«-Bésame -le rogó él-. No hay nada que no sepa capaz de hacer por tu beso, no hay montaña que no pueda escalar, ni río que no pueda vadear, ni desierto que no pueda atravesar. (...) En la constelación de Orión, una estrella relampagueó, chisporroteó y cayó. -Por un beso, y la promesa de tu mano -Tristran dijo grandilocuentemente-, te traería esa estrella fugaz».
Stardust no ha sido la primera novela de Neil Gaiman que leo, en realidad es la tercera (las anteriores fueron Coraline y El libro del cementerio), pero ha sido la que más me ha gustado y la me ha abierto un escenario fantástico que me ha encantado. Supongo que ha sido porque la leí en el momento adecuado. Necesitaba una historia que me trasladara del mundo real a uno mágico, lleno de aventuras, con un estilo que me enamorara.
Una vez dejada clara mi opinión -y mis sentimientos- respecto a la novela, os hablaré un poquito más sobre ella. Aunque en el argumento se dice que la historia comienza cuando Tristran Thorn decide salir del pueblo de Muro y aventurarse en el País de las Hadas en busca de la estrella que le prometió traer a la chica de la que está enamorado, en realidad comienza un poco antes. Cuando el padre de Tristran, Duncan Thorn, se encontraba visitando la feria, que cada nueve años tenía lugar entre los habitantes de ambos territorios, y vio una parada de flores de cristal. Decidió comprarle una a su futura prometida, pero acaba prendado de la joven vendedora, con la que pasará una noche que no olvidará jamás. ¿Y qué tienen en común el hijo con el padre? Sólo el inicio de la aventura más maravillosa que he leído en mucho tiempo. Puesto que con los primeros pasos de Tristran en el misterioso País de las Hadas vamos conociendo qué se esconde en él: brujas que rejuvenecen, príncipes con un destino imposible de evitar, piratas que surcan los cielos y entre toda la magia que se respira en el ambiente, se encuentra Tristran y su deseo de encontrar a la estrella que le ayudará a conseguir el amor verdadero.
La realidad y la fantasía van cogidas de la mano y Neil Gaiman ha presentado un mundo fascinante, cuyos detalles hacen que la sientas real y al mismo tiempo tenga esas peculiaridades que me han dejado sorprendida. Es uno de los aspectos que más me han hecho disfrutar de la novela, sin duda. Claro que una historia con una mundo así no llegaría al lector si no estuviera mostrada con un estilo narrativo mágico como el que tiene Gaiman. Al principio me costó un poco a habituarme, pero una vez pasadas las primeras páginas me sentí completamente absorbida. Stardust se ha convertido en una de mis novelas favoritas -cuando la acabé quería volver a empezarla y eso me pasa con muy, muy pocos libros- y Neil Gaiman en un autor de referencia en cuanto a novela de fantasía.
«Más vale gritar a gente que no esté ahí, que permitir que si hay alguien se nos pase por alto por no haber gritado».
- Roca Editorial -