STEAKBURGER: mucho ruido y pocas nueces en pleno centro.

Por Hugodire @EseHugoGomez

Hoy os queremos hablar de SteakBurger, un restaurante de reciente apertura a dos pasos del centro de Madrid (aunque los dueños poseen otro local en la calle Luchana). En principio, ésta es la historia de cómo las expectativas que puede crear un local pueden cambiar a cada minuto que pasamos en él. Como estas palabras pueden sonar un poco fuertes, pasamos a relatar nuestra experiencia.
Siempre, cuando descubrimos un nuevo lugar en el que degustar una nueva hamburguesa, las ganas de entrar y comprobar su calidad van aumentando en proporción al tiempo que pasa hasta que podemos completar nuestro objetivo, esto aumenta aún más si sabes que es un local de reciente apertura y que podrás comentarlo con orgullo. Pues bien, así nos presentamos en SteakBurger, con ilusión y ganas de probar algo que, a priori, se antoja nuevo, fresco y diferente, ya que, al menos desde las ventanas, da la sensación de romper un poco con la estética oldie que, parece, está invadiendo cada restaurante especializado en hamburguesas que vemos.

Sillones y banquetas vintage con elementos western.

Pero comencemos desde el principio: al entrar en el local, una buena impresión nos rodeó, con la cocina a la vista y una decoración sobria, pero bien organizada, combinando elementos vintage con otros de aspecto minimalista y moderno, que tuvimos oportunidad de comprobar y re-comprobar, ya que, a pesar de no haber demasiada clientela, nadie parecía interesarse por recibirnos y asignarnos una mesa, es más, un chico joven, que parecía trabajar como encargado, pasó a nuestro lado, nos miró y decidió salir a la calle a fumar un cigarro. Ante nuestra mirada de estupefacción, una chica, que parecía ser otra encargada, nos atendió desde la distancia, dejando las cartas sobre la mesa de malas maneras y sin mirarnos a la cara. Mal comienzo, la verdad...
Al sentarnos, la carta nos quitó el mal sabor de boca de la "bienvenida" al restaurante y nos indujo a querer probarlo todo. La verdad es que da gusto ver un menú bien explicado y con tanta variedad. Y decimos "Bien explicado" porque en StakBurger nos ofrecen una gran variedad de carnes, panecillos, estilos y acompañamientos sobre los cuales, en vez de reproducir de forma tediosa, os invitamos a ver en esta captura.

Para tomar nota de nuestra comanda, el local cuenta con otros dos chicos jóvenes, infinitamente más simpáticos y entregados que los mencionados anteriormente, lo cual es de agradecer y que te guían a la hora de realizar tu pedido para que todo sea de tu agrado. En este apartado y sin tener en cuenta a los "encargados", hay que decir que el servicio cumple con nota.
Ante tal variedad de platos, nos decidimos por una Cajún Burger y una English Burger de 250 gr., que es el tamaño mediano, cuyas capturas podéis observar un poco más abajo (además de unos entrantes, que no estaban mal y que no comentaremos mucho).

Hamburguesa Cajún de 250 gr. de carne de ternera con guacamole, pico de gallo, jalapeños y salsa cajún.
 Poco hecha y acompañada de patatas fritas. Elección picante, pero sin sacarnos las lágrimas.

La imagen al llegar a la mesa es de una hamburguesa bien cocinada, con sabores fuertes y bastante jugosa, como se puede esperar de una carta en la que se desprende un mimo especial por el plato. Pues aquí os traemos más malas noticias. La carne nos recordó a la que probamos en el Taller de la Hamburguesa, que ya comentamos aquí, pero con claras diferencias: no hay un sabor a barbacoa definido, más bien, nuestras papilas gustativas tuvieron que emplearse a fondo para distinguir el sabor de la carne del resto de ingredientes. Y el resto de elementos que componían el plato tampoco resultaban de gran ayuda para potenciar el sabor del plato. En palabras más simples: la hamburguesa no sabía a nada. Bueno, tenemos que razonar que sí sabía a algo, pero defrauda, perdiendo la carne todo el protagonismo (algo de lo que se asustarían en SóloBuey, por ejemplo).
El panecillo, en este caso, era correcto, un bollo americano, sin semillas, bastante jugoso y tierno, que acompañaba bien al resto de ingredientes, sin quitar protagonismo al conjunto.

English Burger de 250 gr. de carne de ternera con huevo frito, bacon, cebolla, lechuga y tomate.
Poco hecha y acompañada de patatas fritas y salsa barbacoa. 

A pesar de tener tres opciones para el acompañamiento, optamos por las patatas fritas. Como en las fotos, van un paso más allá de las típicas congeladas, cosa que nos agradó mucho. La cantidad está bastante bien y, quizás, sea el punto fuerte de un plato que, sólo con este elemento, se quedaba cojo.
Hay que añadir que, durante todo el servicio, tuvimos la oportunidad de ver a los dos "encargados" en la barra, riendo, jugando con el móvil y tomando café, una actitud bastante poco profesional y que podría llegar a molestar a algunos comensales. Si el Chef Ramsey visitase SteakBurger, tendría bastante trabajo con estos dos.
Concluyendo y mirando sólo el propósito de nuestro Blog, diremos que las hamburguesas no llegan al nivel esperado al juzgar la carta y el aspecto general del restaurante, más aún si miramos que los precios no son precisamente ajustados, por lo que, en relación calidad precio, os recomendamos acudir al Friday's que hay a 50 metros en la misma calle.
A pesar de todo ello, otorgamos una nota media/baja a este nuevo local de Madrid, en el que, si cuidan ciertos detalles, pueden ofrecer un servicio de calidad con unos platos a la altura y colocarse, así, en los puestos altos de la clasificación hamburguesera madrileña.
Para más información: www.steakburger.es
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