«Con ello había terminado la ceremonia. Los recién casados besaron la mano al sacerdote, y cada uno de los condenados se acercó a transmitirles palabras de afecto. Nadie pensó en aquel instante en la muerte, y los que la sentían muy cerca tampoco experimentaron miedo»
Stefan Zweig (Viena, 1881 - Petrópolis, 1942) es autor prolífico. En su variada producción las biografías ocupan un lugar relevante. Muchas de las figuras históricas biografiadas son de la órbita francesa y dentro de Francia, la época de la Revolución le llama profundamente. Así se observa en títulos como "Fouché" o "María Antonieta" de la época revolucionaria; y fuera de este período "Verlaine", "Montaigne" o "Balzac" entre otras. Es, pues, evidente que Zweig poseía una amplia información sobre Francia en general y la Revolución Francesa en particular, Mucha de esta información la utilizará en algunos de sus relatos puramente de ficción, algo que es evidente en el que da título a esta pequeña colección de relatos, Una boda en Lyon.
Como digo el libro lleva el título del primero de los cuatro relatos que lo forman. Los otros tres son: La caminata, Un ser humano inolvidable y Dos solitarios. Los cuatro entran en mi opinión dentro de la categoría de cuentos en el sentido más tradicional dado a los mismos, esto es, el de mostrar moralidad o procurar una enseñanza a quienes lo leen. Dentro de estos mensajes moralizantes uno esencial es el tradicional del triunfo del amor gracias al cual se puede plantar cara frente a cualquier cosa, incluso la muerte. Ese es el asunto que se toca en el que da título al volumen, sin duda alguna el mejor de los cuatro.
Estamos en plena época de terror jacobino. Lyon ha sido una ciudad realista que ha resistido como ninguna otra el asedio de los republicanos. Tras ser vencida se decreta su destrucción. «Lyon se opuso a la libertad. Lyon ya no existe» fue la consigna salida de la Asamblea francesa firmada por Couthon, Comisario del Pueblo. Algunos hermosos edificios son destruidos y muchos de quienes participaron del lado de los realistas son condenados a morir bajo la guillotina, El terror instaurado por Robespierre está en plena efervescencia. Fouché será el comisario del Pueblo que hará que los dictados de la Asamblea sobre Lyon sean ejecutados.
Stefan Zweig escribió Una boda en Lyon en 1927. Con la denuncia de la persecución política y religiosa presente en esta narración parece prever la que unos cuantos años después padecería Europa y él mismo en sus propias carnes por su condición de judío y disidente de la deriva fascista en la que Alemania y Austria estaban embarcándose.
Como es habitual en el autor austriaco el componente religioso aflora en no pocos de sus escritos. No hay que olvidar que Zweig era judío y que le tocó vivir en la Europa que Hitler decidió limpiar de judíos, comunistas y masones. El cuento La caminata vuelve los ojos al campo religioso mostrando la marcha que un hombre realiza hacia Jerusalén para conocer al Mesías. Aunque en apariencia estaríamos ante un simple relato ubicado en el período final de la vida de Cristo este cuento tiene más enjundia de lo que parece, pues con el deseo de escuchar al Salvador se entrecruzan otras pasiones que interferirán con la primera. Interesante enseñanza, desde luego.
Los otros dos cuentos me han parecido mucho más populares, incluso me atrevería a decir que más infantiles. En Dos solitarios el amor y la necesidad vienen a unir a dos seres despreciados por el resto dadas sus deformidades o defectos físicos. Trabajan en la misma fábrica: ella es «la birriosa Jula» y él es cojitranco motivo por el que no puede caminar junto a los demás; el encuentro entre ambos les servirá a los dos de cauterio. La enseñanza es semejante a la del cuento de los altramuces: siempre hay alguien peor que tú y siempre los débiles pueden sobrevivir uniendo sus fuerzas.
En Un ser humano inolvidable Antón es una persona para quien los bienes materiales no tienen valor alguno; es un ser humano en quien predominan la bondad y el desprendimiento hacia los demás. Este cuento, no sé exactamente por qué me ha recordado un poquito al de Jorge Luis Borges "Méndel, el de los libros" en el sentido de que tanto Anton como Jakob, el personaje borgiano, son seres únicos e irrepetibles por lo infrecuentes; llegaría a decir que por sus cualidades personales casi casi son seres rayanos en la pura fantasía.
«Contribuye a la inmensa satisfacción que me ha procurado esta lectura la traducción que presenta Acantilado debida a la mano de Berta Vías Mahou, novelista y ensayista además de traductora del alemán. Su don para la escritura que le ha merecido ya varios premios y el manejo del idioma que tiene esta madrileña nacida en 1961 hace que la lectura de la prosa de Stefan Zweig sea un auténtico placer.»
Otras obras de Stefan Zweig reseñadas en este blog
- "Miedo"
- "María Estuardo"
- "Magallanes (la aventura más audaz de la humanidad"
- "Ardiente secreto"
- "Novela de ajedrez"
Nota:Este libro lo he leído eligiéndolo de entre los tres que mi amiga bloguera Laky del blog Libros que hay que leer recomendó en su participación del Reto "Serendipia recomienda 2022". Al tiempo que es una de mis tres lecturas dentro de ese Reto también Stefan Zweig me ayuda a ir completando otros dos retos en los que participo durante este 2022: "Autores de la A a la Z" y la VIª edición del Reto "Nos gustan los clásicos".