Stephen Covey, en Bilbao: liderazgo de valores

Por Robertoc

Esta mañana he tenido la suerte de asistir, invitado por Tea-Cegos, a una de las dos conferencias que Stephen Covey ha impartido en Bilbao. Covey es autor de una de las obras de liderazgo y gestión personal más exitosas de las últimas décadas: “Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas“. En la conferencia de hoy Covey ha hilvanado, apenas enunciado, un buen número de ideas francamente interesantes, además de las que expone en su best-seller.

En una primera parte de la conferencia ha hablado de la “era del trabajador del conocimiento“, desgranando los principales rasgos que la diferencian de la era industrial, y que se resumirían en esta tabla.

En este punto se ha detenido un momento en las personas y en la motivación. De las personas ha comentado que no necesitarían supervisión en la era del conocimiento, sino talento, pasión, consciencia y necesidad. Y de la motivación ha dicho que debe proceder de uno mismo, implicándonos en proyectos importantes que aprovechan nuestro talento.

En esta parte de la conferencia algunas frases me recordaban lo 2.0, lo co-* y hasta la ética hacker: ha hablado de equipo, de colaboración, de pasión. ¿Será cosa mía que veo 2.0 y ética hacker en todas partes?

Tras esto, en una segunda parte (que no he sido capaz de hilar razonablemente con la primera en mi cerebro) ha hablado de los 3 círculos, y ahí ha mencionado ya los famosos 7 hábitos. Estos tres círculos son:

  • La grandeza personal (los siete hábitos)
  • la grandeza del liderazgo (inspirar a otros)
  • la grandeza de la organización.

Covey explicando en Bilbao los 7 hábitos de las personas efectivas

Hablando de los siete hábitos ha pasado rápidamente por la victoria privada y la victoria pública, y se ha detenido algo más en la escucha empática. Aquí ha explicado el uso del palo indio, una técnica extremadamente simple, pero que puede producir resultados asombrosos en los equipos y las personas. Consiste en que la persona que está hablando sostiene ese palo en su mano. Solo puede hablar quien tiene el palo, y no lo soltará hasta que no esté segura de que los demás han comprendido su mensaje. Este tipo de comunicación es capaz de generar sinergias y transformaciones. Por último, ha hablado del hábito 1: ser proactivo, y cómo entre el estímulo y la respuesta tenemos la capacidad de elegir.

Hace unos años tuve la suerte de encerrarme durante tres días con mis compañeros del comité de dirección para recibir la formación de los 7 hábitos, de mano de Pedro Pablo Ramos. Y perdón por usar el término “formación”, porque no es un curso al uso. En una formación al uso aprendes conceptos, técnicas…, que con el tiempo puedes llegar a aplicar en un ámbito muy limitado de tu vida profesional. En cambio, aquellos tres días produjeron una verdera transformación, creo que en todas las personas que estuvimos. El libro y, sobre todo, el cuaderno del “programa insignia” que usamos aquellos días  son herramientas de consulta cotidiana que ayudan a refrescar los conceptos. Durante un tiempo, incluso, tuve como fondo de escritorio el gráfico que representan los 7 hábitos: proactividad, poner primero lo primero, empezar con un fin en la mente, ganar-ganar, primero entender y luego ser entendido, sinergizar, afilar la sierra

Hay quien dice que esto de los 7 hábitos “es un poco secta“. El propio Covey afirma que una de las 4 vertientes de las personas es la espiritual. Da la impresión de que Covey es un hombre profundamente religioso y eso ha dejado cierta huella en sus teorías. En todo caso, eso no las invalida, ni mucho menos, para alguien que, como es mi caso, tiene un poco atrofiada la parte espiritual (en lo referido a trascendencia y religiosidad). Una de las virtudes de los siete hábitos creo que es su lógica y su sencillez. Los conceptos son fácilmente comprensibles por cualquier persona y los planteamientos, tan lógicos, que difícilmente se pueden rechazar.

En unos noventa minutos Covey ha ido pasando hoy por numerosos conceptos, sin profundizar demasiado en ninguno. Para los que ya me eran conocidos, me ha servido de recordatorio. Y en otros conceptos, nuevos para mi, me he quedado con las ganas de conocerlos con mayor profundidad, así que seguramente tocará visitar pronto alguna librería para ver qué es eso del octavo hábito.

También habla de la conferencia (en este caso, de la que ha dado por la tardee) Mikel Agirregabiria