Director: Danny Boyle
Queda poco para solucionar los problemas técnicos, así que mientras tanto este fin de semana aglutinaremos algunas películas que están relacionadas con algunos propósitos que se han ido pergeñando durante el año. Hoy es el día del biopic, también un pequeño complemento a la retrospectiva 2015, que aún tiene títulos por visitar, pero de eso más adelante. Ya se había hecho una película sobre Steve Jobs anteriormente, la cual fue dirigida por un tal Joshua Michael Stern, un tipo de discreta filmografía, y protagonizada por Ashton Kutcher, a la larga lo que más publicidad le dio a la cinta, descontando el hecho de que se trataba de Steve Jobs, claro. Aquélla se llamaba "Jobs", a ésta le agregaron el Steve, de esta forma, tenemos "Steve Jobs", escrita por Aaron Sorkin y dirigida por Danny Boyle. La película es mejor de lo que esperaba, con eso me basta.
No sé si la película tiene un argumento propiamente tal, más bien temas: en la antesala de tres importantes anuncios dispersos a lo largo de casi dos décadas, veremos los entretelones que ocurren tras bambalinas entre Jobs, su equipo, los amigos, los enemigos, etc. Las presentaciones no importan, no se ilusionen con ello...
No sé si me equivoque con esto, pero me sorprendió la en cierta forma falta de pretensiones de Sorkin al momento de escribir la película, digo, pensé que íbamos a ser testigos de un desvergonzado enaltecimiento y una caprichosa apología de la figura de Jobs, bastante controvertida en cuanto a si fue un genio o un ladrón, a si era un buen sujeto o un pedazo de basura integral, etc. No hay que confundirse tampoco, porque la película sí nos muestra a un genio o al menos a un sujeto que efectivamente logró grandes cosas, o, más importante, a un soñador cuya sed de innovación parece ser más noble de lo que su personalidad sugiere (desde luego, también se nos muestra a un cabrón -la primera escena con la hija/no hija... vaya cabrón-); la diferencia es que el retrato efectuado no me parece fruto del más ciego y pueril fanatismo, o puede que mi inofensiva indiferencia al mundo de Apple y todos los tejemanejes documentados no me haga ni odiar ni idolatrar a Jobs. En cualquier caso, que la película ocurra en la previa de importantes anuncios es una clara señal de que Sorkin quiere indagar en lo que hay detrás de lo que vemos y oímos, de lo que se nos dice: qué hay detrás de tal computador, qué hay detrás de tal caja negra, qué hay detrás de la figura de Jobs: la persona, con todas sus ambivalencias y falencias y luces y méritos, más que el fenómeno.
Ahora bien, no me queda claro si lo de Sorkin es un estudio de personajes o una procesión de chismes y peleas, pero vemos (al menos para un completo desconocedor de la vida y obra de Jobs) la cara interesante de toda situación y, más importante, Sorkin se desliga de la traducción literal de hechos reales a imágenes, por lo que la trama carece del reduccionismo y la superficialidad característica de cualquier biopic al uso, pues parece haber un punto de vista, que, insisto, me sigue sin quedar demasiado claro, pues la admiración e idealismo que se huelen a yardas de distancia se cruzan con una desmitificación nada amable y contenida, por lo menos no hay complacencia. A propósito, es imposible que Sorkin esquive sus ya tan conocidos tics, como algunas lecciones de moral y ética, el sano orgullo de una profesión o actividad, los ataques de humildad, y una inefable sensación a la que sólo puedo bautizar como "historia 'americana'", entre otros más que es posible reconocer de "The Newsroom" y probablemente sus series anteriores. Ahora que menciono la de HBO (que me gusta mucho, por favor), se me viene a la cabeza el personaje de Jeff Daniels, que también es un genio en su campo el cual, no obstante, también se caracteriza por ser un cabrón arrogante asediado de admiración y animadversión, pero que poco a poco se muestra buena persona y líder de una reconfortante familia de periodistas o programadores o lo que sea. Sorkin puro y duro, vamos.
Si dejamos de lado la figura de Jobs y observamos la película desde un prisma más formal y narrativo, sobre su relato, lo único que se puede decir es que es efectivo tanto en su capacidad para mantener interesado al espectador (y para sostener el ritmo, así a grandes rasgos, sea lo que entiendan por ello) y elaborar un relato que trascienda los tres escenarios principales. Vale la pena decir que cada segmento funciona como una cápsula independiente, entendiendo que cada cual tiene sus objetivos y complicaciones propias (como la luz, un problema con el computador, etc.) que deben ser solucionados. Como conjunto, los conflictos tratados son la paternidad de Jobs, su relación con Wozniak y con John Sculley, su genio e impronta, y una violenta lucha por el poder de Apple, brillante plan maestro mediante. Esto último es lo más interesante, aunque los chismes de Wozniak y Sculley tienen su brillo. La dinámica padre/hija se vuelve bien pobre y chapucera en el tercer segmento, pero en los dos previos le hace la competencia a los tejemanejes políticos de Apple. En general, la película siempre está al borde de rayar lo cursi y sentimental, marca de la casa de Sorkin, pero tampoco hace el ridículo al respecto, si bien el final es demasiado y más parece un comercial de Apple. Estos problemas se pueden achacar más a la dirección de Boyle, en todo caso, pues aunque su puesta en escena no sea de primerizos, tampoco es nada inspirada... A propósito... ¿Se imaginan si Danny Boyle hubiese dirigido esta película con un solo falso plano secuencia? Noooo, pero que brillante, ¿no?
Como sea, "Steve Jobs" es una película entretenida, no una apología barata de Jobs (en ocasiones me da la impresión de que se quiere evitar su nombre, justamente para evitar esas sospechosas asociaciones discursivas) sino una mirada curiosa, aunque nada profunda y compleja, a lo que hay detrás de lo que todos aparentan conocer. Y Michael Fassbender (que elude un trabajo mimético), sorpresa, nos entrega otra brillante actuación... Y Kate Winslet también lo hace muy bien... Y no pierden nada al ver esta película.