Cuando Steve Jobs falleció el 5 de octubre, muchos comentaristas se preguntaron si Apple -la compañía de la que él fue cofundador y la cual dirigió durante una era dorada de utilidades e innovación- continuaría prosperando sin él.
Después de luchar contra el cáncer por años, Jobs renunció a su puesto de director ejecutivo de Apple en agosto, pero su impacto en la compañía siguió siendo profundo.
Después de todo, las innovaciones de Apple -desde el computador personal hasta el iPod y el iPhone- cambiaron la forma en que el mundo se comunica y juega.
Tras la muerte de Jobs a los 56 años de edad, muchos argumentaron que el futuro de Apple ahora estaba en duda.
Este debate me hizo pensar en el liderazgo y en si hay una forma correcta de crear una gran compañía.
Comparar mis propias experiencias en Virgin con las de Jobs en Apple fue iluminador, ya que ambos forjamos nuestras empresas en las últimas cinco décadas, pero lo hicimos de maneras muy diferentes.
Las ideas de Jobs sobre cómo la gente debería interactuar con la tecnología y su persecución decidida de esa visión lo llevaron a crear una compañía con una cultura que combinó la atención obsesiva en el diseño con una tecnología altamente inventiva.
El uso del computador estaba limitado a escenarios industriales y de negocios hasta que él y su equipo introdujeron Apple II en 1977, que transformó la computación y nuestra vida diaria.
Apple encabezó una revolución en la industria de la música cuando la compañía lanzó el iPod y iTunes en el 2001; el posterior lanzamiento del iPhone y la iPad avivó la creación de toda una industria de desarrolladores de aplicaciones.
La pasión de Jobs por el diseño grandioso fue la base de lo que ahora es una de las marcas más respetadas del mundo.
Cuando mis amigos y yo estábamos creando Virgin, tuvimos que enfocar las cosas de manera muy diferente, porque nuestra visión no se basaba en un producto, sino en el servicio.
Nuestra cultura surgió del constante involucramiento con los clientes y entre nosotros. Esto nos llevó a crear una compañía dedicada al servicio y a involucramiento del personal; a ofrecer gran valor y mantener una sensación de diversión en todo lo que hacemos; y nuestra compañía se ha dedicado a crear cientos de empresas en muchas industrias diferentes.
Es una cultura que hemos nutrido desde 1972, cuando abrimos nuestra primera tienda de discos en la Calle Oxford en Londres; refleja mi creencia de que el liderazgo significa inspirar a tu gente, ya sea que vayan a desempeñar un excelente trabajo, crear nuevos productos y servicios grandiosos o encabezar una de tus empresas.
Jobs tendía a ser autocrático, asumiendo un enfoque jerárquico, mientras que yo siempre he creído en el arte de la delegación.
Una de mis tareas primarias es encontrar a las mejores personas posibles para Virgin y darles la libertad y el ánimo para florecer.
Cuando establecí Virgin Records, incluso salí de mi oficina y puse mi escritorio en una casa flotante.
Mi forma de pensar era y es que si uno no está siempre disponible, se obliga a las personas a tomar las riendas, lo cual a su vez mejora sus propias habilidades de liderazgo, crea confianza y fortalece a tu empresa.
Entonces, ¿cómo es que nuestros caminos tan diferentes han resultado en la creación de compañías exitosas?
Creo que se reduce a la persecución de nuestras pasiones. Ambos disfrutamos verdaderamente y creímos en lo que estábamos haciendo. Como es mucho más probable que uno sea persistente, se sienta inspirado y esté dedicado si ama lo que hace, y si eventualmente produce algo de lo cual está orgulloso, eso se filtra hacia el personal y los clientes.
Esto aplicó Steve Jobs, y por esta razón, pese a nuestros estilos enormemente diferentes, él siempre fue el emprendedor a quien yo más admiré.
Viendo en retrospectiva a la vida de Jobs, nunca perdió de vista su amor por la compañía que fundó, pese a ser despedido de Apple en 1985. En vez de ello, a fines de los 80 y principios de los 90, una pequeña compañía llamada Pixar logró asombrosas hazañas artísticas y tecnológicas bajo su liderazgo, transformando el campo de la animación por computadora.
Cuando se le pidió que regresara en 1997, dirigió a la compañía insignia a nuevas alturas, y luego continuó trabajando durante su enfermedad. Y dirigir a Virgin ha sido mi gran aventura: desafiante, emocionante y creativa, esto es algo que yo haría si no hubiera dinero de por medio.
En ocasiones perseguir tu visión significa que tendrás que ignorar las advertencias e incluso las burlas de otros.
A lo largo de su vida, Jobs alentó a todos con los que trabajó a "pensar diferente". Es un consejo que yo tomo a pecho.
Él se refería a los emprendedores, se refería a usted.
Richard Branson