Película “pequeña”, la primera en solitario de su director, explorando nuevas formas, con cierto halo hipnótico y convertida en obra “de culto” gracias a un desarrollo con suspense que te mantiene en vilo de inicio a fin y un acabado con mucha personalidad.
Recomendada para quienes busquen talentos y nuevas propuestas en el cine español, pues con evidentes pocos recursos disecciona con profundidad, interés, y un tono casi de thriller una situación bien conocida por la juventud actual, la del camelador de discoteca.