La primera víctima fue sorprendida mientras dormía en el barrio de Sion, donde su cabeza fue aplastada por una piedra de unos 30 kg., que fue encontrada ensangrentada a pocos metros. Así, fueron asesinadas hasta seis personas antes de que la policía encontrara un patrón común en todos los crímenes pero sin pista alguna para atrapar a algún sospechoso. Un camarero sin hogar sobrevivió a un ataque brutal mientras dormía en una calle de Sion, lo que albergó esperanzas de que tras la declaración de lo sucedido pudiera dar información valiosa para tratar de atrapar al asesino, pero no, el hombre no pudo ver a su agresor dado que la zona no estaba bien iluminada.
A mediados de 1988, los asesinatos se detuvieron y la policía no pudo encontrar a ninguna persona relacionada con los asesinatos.
Los asesinatos de Calcuta
En junio de 1989 apareció una persona asesinada en las mismas circunstancias que los crímenes sucedidos en Bombay. Durante los seis siguientes meses de ese año morirían doce personas más. Todas eran personas sin hogar que sufrieron el mismo ataque: una gran piedra en unos casos o losa de hormigón, en otros, fueron arrojadas sobre sus cabezas mientras dormían al raso. Como es lógico, se relacionó con los crímenes ocurridos en Bombay.
La policía de Calculta, a diferencia de la de Bombay, pudo detener a varios sospechosos, aunque todos fueron puestos en libertad por falta de pruebas. A día de hoy los crímenes siguen sin resolverse.