Stoner, en el momento de cruzar la línea de meta como vencedor - EFE.
Tiene cara de adolescente, de estar pasando por la edad del pavo, de la rebeldía y la confusión. Algo de eso posee Casey Stoner, imperturbable, rebelde como pocos y frío como los grandes campeones. El australiano fue el único en entender últimamente a la Ducati y goza ahora encima de la Honda, la mejor equipada del circuito. En su año de estreno con la marca japonesa Stoner suma siete triunfos, el último en el Indianápolis Motor Speedway, donde nunca había figura ni siquiera entre los tres mejores y alcanzó las tres victorias consecutivas tras Laguna Seca y Brno, como ya había hecho antes en Le Mans, Montmeló y Silverstone. Una racha fantástica que contrasta con el año de Jorge Lorenzo, el actual campeón de MotoGP, alejado ya a 44 puntos tras ser cuarto, que maldijo al neumático delantero de la Yamaha: "Se ha destruido desde la cuarta o la quinta vuelta". Cuatro veces ha quedado fuera del cajón el mallorquín este curso.
"Hasta que haya esperanzas hay que seguir tirando y creyendo en uno mismo", razonó Lorenzo, que llegó a ponerse a 15 puntos, tiene 29 más en contra cuando sólo quedan 150 vueltas y necesita que Stoner, el piloto más fiable del año, falle como sea. Hasta ahora el australiano ha tenido un error: perder el tercer puesto en la última vuelta ante el mallorquín en Sachsering, pues su abandono en Jerez fue culpa de Valentino Rossi, perdido en las catacumbas en Indianápolis. Duele ver a Il Dottore salir desde la penúltima línea de parrilla (14º) y verlo acabar 10º en una carrera dominada desde la sexta vuelta por Stoner tras superar en la frenada a su compañero Dani Pedrosa, segundo. Ben Spies le quitó la tercera plaza a su vecino Lorenzo.
Pedrosa, "solo todo el rato"
Resultó un juego de niños para Stoner, que supo mantener los nervios en las primeras vueltas, cuando tenía el freno delantero "bastante frío" y a punto estuvo de irse al suelo un par de veces. Salvó la situación y no le inquietó que Pedrosa, desde la segunda fila, y Lorenzo se pusiesen por delante. En la recta se merendó al mallorquín, poco antes de batir el récord histórico del circuito, y después se comió a Pedrosa, que a partir de entonces rodó "solo todo el rato". Ni podía acercarse al aussie ni podía bajar el ritmo, mientras Lorenzo sufría lo indecible y apretó los dientes cuando su compañero Spies le recortó casi dos segundos en dos vueltas y se superó, a rebufo, a 11 giros. Lorenzo estuvo a punto de perder otra plaza, pero a Andrea Dovizioso le faltó una vuelta más (quedó a seis décimas) para darle alcance.
Con las primeras plazas repartidas, el espectáculo estaba por detrás, con Álvaro Bautista y Héctor Barberá luchando por posiciones nobles, mareando incluso a Rossi, que tuvo que pasar por el box. Bautista finalizó sexto, su segunda mejor posición de siempre, mientras que Barberá se cayó a unos metros de la meta en una jornada completa para los españoles en las otras categorías. En Moto2 ganó Marc Márquez, que ya está a 28 puntos de Stefan Bradl, con Pol Espalgaró y Tito Rabat a su lado en el podio. Mientras que Nico Terol se impuso en 125cc y aumenta hasta los 26 su ventaja con Johann Zarco. Le acompañaron en el podio Maverick Viñales y Sandro Cortese.