Stop coito

Publicado el 24 abril 2018 por Icastico

Joder. Perdón. El tema de hoy es proclive a la interjección deforme, a la sorpresa, y reconozco que tras leer la noticia fue el primer exabrupto que me vino a la bola. Luego acudieron los clásicos ‘manda huevos’ y ‘manda carallo’, este último por estar vinculada la información a mi tierra. Ah, me olvidaba, ¡hay que joderse! también vino en mi auxilio. Es que ante tanta boutade hacen falta refuerzos. Al principio pensé que estaba leyendo el mundotoday, que son unos cachondos, pero no, la cosa va en serio.

El coitus interruptus es un anticonceptivo que va como un tiro. Tan bueno como el condón, el DIU y la intemerata. Que lo sepas. La marcha atrás o apearse en marcha. Eso dice la Consellería de Sanidade. Al año siguiente de entrar Feijóo a presidir la Xunta de Galicia, el SERGAS –Servicio Galego de Saúde – editó un folleto sobre métodos para evitar embarazos no deseados, qué fijación, y repartido desde entonces en los centros de salud de la comunidad. Si alguien queda sin el papeliño, tranquilidad, está en la página web. La palabra folleto no viene de follar pero acabé asociando ambos términos. Creo que como en Galicia tenemos la población más vieja (o mayor) del mundo, después de Japón, y la tasa de natalidad está en urgencias pues hay que proponer métodos temerarios. O tipo huevo kinder. Esto de la marcha atrás es como una ruleta rusa, más que nada porque antes hay mucha marcha adelante y en una de esas falla el embrague. Zas. Suele ocurrir cuando más a gusto va el coche, paradojicamente. Antes de llover, gotea, decimos por estos lares. Hay mucho flojo por ahí de disparo fácil que tras la primera embestida ya deja encargados un par de gemelos. La marcha atrás solo vale para pensar en sus nombres.

Y lo dicen, esos ‘expertos’ en planificación familiar de la Xunta, todo serios y ufanos, con afirmaciones como las que salen en la publicidad de la tele sobre pastillas para reducir el colesterol y todo lo que haya que reducir, al estilo ‘estudios dicen que’, ahí te va. Con estudios así y los de Cifuentes, el Alma Máster del PP, tira millas. Depende de si se usa correctamente, advierte. Y pasan instrucciones: retirar el pene de la vagina antes de la eyaculación, que no debe producirse cerca de la vulva. Chupao. Son lo más.

Hablan de otro puñado de métodos que acojonan, algunos muy trabajados, muy artesanales, todos ellos dejando al margen las enfermedades de transmisión sexual. La temperatura corporal basal”, el moco cervical, sí, ya sabes, identificar los días secos y los días húmedos del ciclo menstrual o predecir la ovulación mediante el uso conjunto de varias técnicas. Lo que parece quedar claro en el folletín es que la culpable de quedar embarazada es la mujer, el hombre, ni está ni se le espera. Es que con tantas y tantas alternativas ya es difícil quedar preñada, calamidad.

A ver, uno va a la quedada en la Plaza de la Litrona, se pone ciego de alcohol y sustancias varias, le aprieta la primavera en el escroto, nota un empuje que revienta las costuras del pantalón y ¿qué es lo más fácil?, ¿la temperatura basal esa?, ¿el moco cervical? No. Toca empotrar. Con prisas pero sin calma. Y así, sin frenos y a lo loco, piensa, coño…ah, ya te acuerdas, solo tienes que retirar el pene de la vagina antes de la eyaculación. Los que consigan dominar la técnica acabarán perfeccionando la del onanismo, no queda otra para aliviar la ‘presión’. ¡Viva la Xunta de Galicia!

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