Jason Sattler, columnista de Opinión Publicado 11:46 a.m. ET 26 de marzo de 2018 | Actualizado a la 1:16 p. M. ET ET 26 de marzo de 2018
CERCALa entrevista de Stormy Daniels “60 Minutes” resultó ser un ganador para CBS, dando al programa de noticias su episodio de mayor audiencia en casi 10 años. Buzz60
Gracias Mike Pence y evangélicos por Donald Trump y Stormy Daniels. Al forzar su religión a todos menos a sus aliados, la hipocresía nunca ha estado más desnuda.
Vicepresidente Pence (Foto: Jim Lo Scalzo, EPA)
Felicidades, Mike Pence!
Desde que Donald Trump les dio a los niños de Estados Unidos la oportunidad de aprender sobre “Stormy Daniels”, su aprobación con protestantes evangélicos blancos autoidentificados ha aumentado un 6%. Sí, en medio de una controversia sobre el dinero secreto para ocultar una aventura con una mujer mejor conocida por actuar en películas para adultos, una supuesta aventura que tuvo lugar pocos meses después de que la tercera esposa de Trump dio a luz a su hijo, la posición del presidente en realidad ha mejorado con un grupo de votantes que pasaron la mayor parte de este siglo preocupándose por la santidad del matrimonio.
La hipocresía aquí es tan obvia como los cientos de conflictos de intereses de Trump. Los evangélicos estadounidenses, en general, han decidido que pueden ignorar la moralidad personal de Trump porque a cambio obtienen algo mucho más importante: la oportunidad de imponer su moralidad personal a los demás.
Y su modelo para este trato del diablo es el evangélico que hizo posible la presidencia de Trump: Mike Pence.
“Trump tiene los nacionalistas populistas”, dijo Steve Bannon, director ejecutivo de la campaña Trump-Pence en 2016. “Pero Pence es la base . Sin Pence, no ganas “.
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No hay un ser humano que personifique mejor el matrimonio impío entre las personas que piensan que Estados Unidos es una nación cristiana y las personas que piensan que Estados Unidos es una nación corporativa .
Desde entonces, Pence ha estado caminando, entrecerrando los ojos y asintiendo desdeñosamente con la base del Partido Republicano: el presidente de la campaña Paul Manafort diseñó un “problema mecánico ” con el Boeing 757 de Trump. Eso llevó a una noche extra en Indiana y aparentemente a la decisión de Trump de pedirle a Pence, entonces el gobernador, que sea su compañero de fórmula.
Tener a su lado a un hombre que se llama a sí mismo ” cristiano, conservador y republicano , en ese orden” fue tomado como una señal desde arriba de que el propietario de casinos fallidos, casado tres veces, cumpliría sus promesas a la derecha religiosa, especialmente el una sobre el nombramiento de un joven Antonin Scalia para ocupar el asiento de la Corte Suprema que debería haber ido a Merrick Garland.
Y Trump parece ser mejor para guardar sus votos al derecho religioso que a su esposa.
La confirmación de Neil Gorsuch mantiene a Roe v. Wade en soporte vital. Mientras tanto, la administración de Trump ha librado lo que se ha llamado una ” guerra secreta contra la atención médica transgénero ” que ciertamente no es un secreto para los evangélicos o los estadounidenses transgénero. El Departamento de Educación de Betsy Devos ha decidido que los niños trans no son tan dignos de cuidado y protección como, por ejemplo, los prestamistas depredadores .
Y no hay nada secreto en absoluto sobre los repetidos y torpes intentos de prohibir a las personas trans de los militares, una política que parece tener su único valor para distraer las fallas personales y políticas de Trump.
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Mientras Pence y los evangélicos se han abstenido de juzgar la inmoralidad personal de Trump, han respaldado los esfuerzos de la administración para poner a los estadounidenses promedio a merced de los caprichos de las personas en posiciones de poder basadas en reclamos de creencias religiosas.
Una regla del Departamento de Salud y Servicios Humanos insiste en que su empleador debe poder decidir si usted es digno de una cobertura de anticonceptivos . Debido a que su jefe puede haber tenido profundas creencias religiosas sobre si su endometriosis debe ser tratada.
Y otra política de HHS les permitiría a los trabajadores de la salud decidir si quieren tratar a los pacientes según sus creencias religiosas o morales . La nueva política podría permitir a los médicos y enfermeras negar una amplia gama de servicios, desde recetas de control de natalidad hasta cuidado básico de hijos de padres homosexuales.
Por extraño que parezca, estas discusiones sobre el uso de objeciones religiosas para negar el cuidado rara vez se aventuran, digamos, a negar el tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual a los adúlteros en serie.
La obsesión de la derecha sobre el aborto y la atención médica para lesbianas, gays, bisexuales y transexuales -mientras ignoran los aspectos morales del adulterio- es especialmente desconcertante considerando que Jesús menciona el adulterio una y otra vez, pero nunca declara claramente su opinión sobre el matrimonio homosexual o la píldora del día después.
Esta hipocresía no es nueva, pero nunca ha sido más obvia.
Cuando Mike Pence firmó la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa , que parecía permitir a las empresas en Indiana negar el servicio basado en creencias religiosas, a nadie le preocupaba que los adúlteros no pudieran obtener un pastel de bodas.
Tomar una posición contra el adulterio fue fácil cuando era un presidente demócrata. Pero la obsesión de la derecha con el aborto, los derechos de los homosexuales y otros “pecados” que los hombres blancos heterosexuales generalmente no están inclinados o biológicamente capaces de cometer revela algo muy oscuro acerca de los conservadores religiosos: son feroces defensores de su derecho a forzar su religión en sus enemigos percibidos, y solo sus enemigos.
Mientras tanto, a Donald Trump se le permite salirse con la suya en lo que parece ser un adulterio en serie (así como sus muchas presuntas ofensas contra las mujeres), suavizado con dinero, mentiras y demandas, en lugar de humildad y arrepentimiento.
Mike Pence hizo todo esto posible, y debería avergonzarse de sí mismo.
Jason Sattler, escritor afincado en Ann Arbor, Michigan, es miembro de la Junta de contribuyentes de USA TODAY y anfitrión del podcast The Sit and Spin Room . Síguelo en Twitter: @LOLGOP .
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