SEÑALES SOÑADORAS
Pero ventajas aparte, nos encontramos aquí con unos relatos medidos, trabajados y calibrados hasta el milímetro, en los que su autor cumple con losrasgos canónicos del género seleccionando fragmentos de otras realidades mayores, adentrándose en las identidades confusas de un buen puñado de personajes, abordando secuencias que conmueven y otras demoledoras, pero también reservándose siempre un espacio para la emoción más pequeña, para el gesto azoriniano, la pequeña pincelada, si se permite la comparación, para la reflexión tras la sorpresa, para la mirada perdida a través de un cristal lluvioso.
No hablamos exclusivamente de prosas poéticas, miniaturas sentidas u otras perlas literarias, eso habría sido lo más fácil tratándose de un poeta, sino que hablamos de historias con angustias, sueños, recuerdos, humor, metaficciones literarias, existencias truncadas antes de tiempo, o caminos que ojalá se hubieran bifurcado justo en el momento previo de tomar la última decisión. Relatos como ‘Por los siglos de los siglos’, ‘Mendoza’, o ‘Don Aurelio’ son diamantes narrativos de los que cualquier escritor que sueñe con ser cuentista debería tomar buena nota, porque nos hacen disfrutar, nos hacen sentir y hasta son capaces de arrancarnos alguna que otra sonrisa. Ojalá estas señales soñadoras que aparecen en más de un relato, esas muestras de un amanecer narrativo, sigan prodigándose de la mano de Natxo Vidal en otras visitas al género.‘STRAVINSKY EN EL BIRDLAND’. Natxo Vidal.Balduque. Cartagena 2019. 110 págs. 14’00 euros.(LA VERDAD, "ABABOL", 22/6/2019)//