Me encanta descubrir nuevas formas de arte urbano que son capaces de transformar nuestro entorno y embellecerlo con sus figuras y colores.
En esta ocasión, el arte del grafiti ha sido utilizado para dar una segunda vida a una de las cosas en las que la gente repara poco al mirar sus casas: la puerta del garaje .
Aunque pueda parecer poco común, hay gente que ha decidido convertir las viejas puertas de sus garajes en verdaderas obras de arte. Con un pequeño toque de creatividad y unas manos talentosas, han logrado transformarlas , pasando de ser la entrada a una simple plaza de aparcamiento o almacén, a un elemento original, llamativo y, sobre todo, hermoso.
Desde un paisaje en la Toscana hasta un hangar de aviones, pasando por el camino de un jardín londinense o una estación de metro, si hay algo que harán los ejemplos que verán a continuación es sorprender y llamar la atención de sus vecinos y peatones en general.
¿Qué opinan? ¿Tienen algún favorito?
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