Hace 11 años Stuart Gunn, que ahora tiene 39, sufrió un terrible accidente al chocar contra una furgoneta. El impacto le provocó una hemiplejia en el lado derecho del cuerpo, pero además, perdió la vista por las secuelas derivadas del accidente. Gracias a un gran esfuerzo consiguió recuperar la sensibilidad y movilidad de su brazo derecho. Pero no se quiso conformar con eso, y quiso recuperar su gran afición, montar en moto, así que con la ayuda de su padre decidió preparar un plan para conseguir atacar el récord de velocidad para personas invidentes, algo de lo que, hasta ahora, no habíamos tenido conocimiento. Además, la iniciativa de Stuart no era tanto una iniciativa de superación personal, sino más bien demostrar a toda la sociedad que una discapacidad no puede frenar la vida de nadie: "Espero que esto demuestre a la gente que sólo porque eres ciego o tienes una discapacidad, no significa que te tengas que cambiar o limitar tu vida", comentó Gunn.
Y así lo hizo. Para su tentativa empleó una Suzuki Hayabusa, y el pasado domingo 18 de agosto realizó sus intentos en la antigua base de bombarderos de la RAF en Elvington, North Yorkshire. Su padre le asistía y orientaba mediante un sistema de intercomunicación desarrollado por ellos mismos.
Gunn realizó varias pasadas, y en una de ellas alcanzó la marca de 167,1 mph (267,36 km/h), superando la anterior marca, establecida por un soldado británico, Billy Baxter,en 2003, cuando alcanzó 164 mph. Además, el récord tiene especial mérito porque lo realizó con fuertes rachas de viento de hasta 40 km/h. Y Gunn no se detuvo ahí. Intentó mejorar el registro, a pesar del viento, pero terminó sufriendo una caída por problemas con el embrague. Afortunadamente nada serio. El récord ahí queda, y su enseñanza para la vida: "No cambies ni limites tu vida"
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