Su alteza real la princesa luisa del reino unido

Publicado el 22 mayo 2019 por Catgo

Seguimos con el estudio de la historia familiar de la reina Victoria, en base al artículo “una reina que le dio nombre a una era”, y dedicamos este segundo post al sexto hijo del matrimonio (concretamente su cuarta hija): la princesa Luisa del Reino Unido.

La princesa Luisa del Reino Unido

Su Alteza Real la princesa Luisa del Reino Unido

La princesa Luisa de Sajonia-Coburgo-Gotha nació el 18 de marzo de 1848 en el Palacio de Buckingham, y desde su nacimiento recibió el título de princesa del Reino Unido y tratamiento de Alteza Real.

Aunque en el bautizo se le pusieron los nombres de Louisa Caroline Alberta, a lo largo de su vida se le conoció como Louise.

Su nacimiento coincidió en el tiempo con una oleada revolucionaria en Europa, que se conoció como las Revoluciones de 1848 o la Primavera de los Pueblos y que, entre otras, acabó con el reinado de Luis Felipe I de Francia (23-25 de febrero de 1848), y dio paso a la Segunda República Francesa. Eso hizo que la reina Victoria considerase que la recién nacida se convertiría en “algo peculiar”.

Esa peculiaridad también se mostró en que fue el primer parto de la reina en que se usó cloroformo como anestesia.

Para los fans de la serie Victoria, justamente el primer episodio de la tercera temporada se inicia con las revoluciones y el nacimiento de la princesa.

Dicen que fue uno de los hijos más inteligentes del matrimonio real, y su naturaleza curiosa llevó a que le pusiesen el apodo de “Little Miss Why” (pequeña señorita porqué). También estuvo considerada la más bella de todas las hijas de Victoria, y fue la hija favorita del príncipe Alberto.

Tuvo una personalidad radiante, de naturaleza independiente y bohemio, además de tener un gran talento artístico, pero su condición de miembro de la familia real le impidió poder dedicarse a ello de manera profesional.

No obstante, a pesar de haber recibido una formación privada en palacio, en 1868 pudo entrar en la Kensington National Art Training School, convirtiéndose en la primera hija de un monarca británico en recibir educación pública.

Secretaría de la reina y esposa de un duque

Siguiendo la tradición que impuso la reina Victoria al quedarse viuda en 1861, tras los matrimonios de sus dos hermanas mayores, Alicia en 1962 y Helena en 1866, (la primogénita Victoria ya se había casado en 1858), y habiéndose convertido en la hija soltera de mayor edad, empezó a ayudar a su madre como asistente.

Fotografía de la princesa Luisa junto a su madre, la reina Victoria

Su carácter liberal, feminista (apoyaba el sufragismo), y su inclinación hacia los flirteos amorosos, hicieron que la reina no tardase en ver la necesidad de buscarle un marido.

Aunque su belleza y posición la convirtieron en un partido muy deseable entre la realeza europea, las razones políticas jugaron su función y no cualquier candidato se vio con buenos ojos. Además la necesidad de que la princesa permaneciese junto a su madre después de casa no hicieron la labor excesivamente fácil, (tal y como también había intentado conseguir con el matrimonio de su hija Helena).

Entre los posibles candidatos, la princesa de Gales propuso a su hermano, el príncipe heredero de Dinamarca, y la princesa Victoria del Reino Unido, al príncipe Alberto de Prusia. Pero ambos partidos fueron rechazados por la reina Victoria por razones políticas y tensiones diplomáticas.

Finalmente, dado que la elección debía satisfacer tanto a Luisa como a Victoria, se optó por aceptar el deseo que expresó la princesa de casarse con John Campbell, marqués de Lorne, y heredero del Ducado de Argyll.

Aunque desde el siglo XVI no se habían reconocido oficialmente los matrimonios entre las hijas de un rey y un ciudadano británico, en este caso fue la propia reina Victoria la que dio su beneplácito, alegando que esa unión podría traer “nueva sangre” a la familia, dado que todos los príncipes europeos estaba relacionados entre ellos. Y ello sería bueno tanto moral, como físicamente.

Tarjeta del compromiso matrimonial, y la novia el día de la boda

Tras su matrimonio, el 21 de marzo de 1871, pasó a ser marquesa de Lorne, título que el 4 de abril de 1900 sustituiría por el de duquesa de Argyll, al morir el 8º duque y pasar su esposo a convertirse en el 9º duque.

La princesa Luisa y Canadá

A pesar de la voluntad de la reina con que su hija permaneciese próxima a ella, en 1878 el PM Benjamin Disraeli nombró al marqués, Governador General de Canadá, nombramiento que la reina Victoria tuvo ratificó.

De esa manera es como la princesa Luisa se convirtió en la primera dama de la familia real que asumió el puesto de viceregal consort, e inició una relación con Canadá que duraría el resto de su vida, incluso cuando ya regresó definitivamente a Londres.

Su paso por Canadá, a pesar de tener algún que otro contratiempo, dejó una estela que todavía hoy se mantiene. En 1905 las autoridades canadienses bautizaron uno de los distritos de los Territorios del Noroeste con el nombre de Alberta. Y también llevan su nombre el Lago Louise y el Mount Alberta.

Su obra artística

Como ya hemos comentado, la princesa Luisa del Reino Unido tuvo una especial aptitud para la pintura y la escultura. Aunque no pudo vender ninguna de sus obras, si que por el contrario realizó diferentes exposiciones en vida.

«In Aid of Sufferers» (1870)

Entre sus obras más populares, sin lugar a dudas, está la escultura de la reina Victoria situada frente al palacio de Kensington en Londres.

Escultura de la Reina Victoria frente al Palacio de Kensington, en Londres

Fumadora empedernida

Dado su carácter liberal y feminista, la princesa Luisa fue una fumadora empedernida, algo mal visto tanto por ser princesa, como por ser mujer.

Aunque fue un vicio que escondió en vida de su madre, no fue así cuando su hermano subió al trono. La Época Eduardiana trajo una serie de licencias que permitieron ver a la princesa frecuentar los salones para fumadores de los palacios reales, a pesar de ser lugares reservados para caballeros.

A su muerte, dejó una deuda pendiente de saldar en una tienda de Londres, por un importe de 15 chelines, correspondientes a la compra de 300 cigarrillos.

Lazos familiares

A diferencia de sus hermanos y hermanas, la princesa Luisa no tuvo descendencia, por lo que no contribuyó a engrandecer el mito de su madre, como “abuela de Europa”.

No obstante, según su biógrafa Lucinda Hawksley, se cree que la princesa tuvo un hijo ilegítimo con el tutor de su hermano Leopoldo, el teniente George Stirling, que la reina Victoria entregó en adopción al hijo de su ginecólogo, y que se llamó Henry Locock.

Fotografía de la princesa Luisa junto a sus hermanas Helena y Beatriz. Y fotografía junto a sus hermanos, Eduardo, Arturo y Leopoldo

Durante los años que vivió junto a la reina mantuvo una relación muy cercana con sus hermanas la princesa Helena y la princesa Beatriz, aunque se enfrió con el tiempo.

Y con relación a sus hermanos, fue la hermana favorita de Eduardo VII y, a lo largo de su vida, mantuvo una relación fluida con el príncipe Arturo, así como con el príncipe Leopoldo, cuyo fallecimiento en 1884 la afectó profundamente.

No se conoce ninguna relación especial con ninguno de sus sobrinos, pero en cambio sí que la tuvo con sus sobrinos-nietos el príncipe Jorge de Windsor y la princesa marina de Grecia, duques de Kent, a quienes tuvo de vecinos en el palacio de Kensington.

Esa especial relación quedó plasmada en que en la ceremonia de coronación del rey Jorge VI, en 1937, en la que la princesa Marina vistió la misma capa que la propia princesa Luisa había llevado durante la coronación de su hermano, el rey Eduardo VII, en 1902.

Para saber más:
Princess Louise, duchess of Argyll
Queen Victoria’s Mysterious Daughter: A Biography of Princess Louise
Princess Louise: The career of a royal artist, part I.
Princess Louise and her Clandestine Cigarettes
El misterio de la descendencia de la princesa Luisa de Inglaterra

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