Cada vez hacemos las cosas de manera más automática, más mecánica, sin pararnos a pensar si está bien, está mal o se puede hacer de otra manera.
Cada vez hacemos más las cosas sin darnos cuenta que estamos tratando con personas, de que somos personas interactuando con personas.
Cada vez más, digo, y tal vez por eso, cuando ya no tengamos marcha atrás, vendrán y nos pondrán un robot como jefe de recursos humanos de nuestra empresa; ahí es nada, un trozo de metal sin sentimientos a realizar las tareas que más tendríamos que cuidar y humanizar, si no queremos que el talento de la organización se marche sin solución de continuidad.
Aunque leyendo más despacio la noticia en cuestión, lo que se están automatizando son otro tipo de cuestiones más directas, como resolver cuestiones sobre fechas de cobro o legislación sobre permisos, y no las funciones de un jefe de Recursos Humanos como tal.
Viendo lo que hay en algunas organizaciones, igual hasta salimos ganando. Al menos estos robots estarán programados con cierto nivel de educación y pedirán por favor y darán las gracias, y eso en algunas ocasiones ya será un paso adelante.
Que Dios nos pille confesados...