Su delito fué tratar de ayudar a una jóven violada.

Publicado el 09 noviembre 2011 por Jorgeloco

Nó cabe duda, en este cochino país en que me ha tocado nacer y vivir no existe la justicia...
Mientras que en países civilizados como, por ejemplo, los Estados Unidos, existe un tipo de justicia según la cual uno es inocente hasta que se le demuestre lo contrario en México, si uno cae en desgracia de la policía la cosa cambia, ahora se dice que uno es culpable hasta que uno pueda demostrar lo contrario... y con muchos billetes de por medio.
Esto viene a cuento por lo que le pasó a este señor llamado César Alonzo Priego Cauich a quien vemos en la fotografía tras la llamada rejilla de prácticas del Ministerio Público. resulta que el domingo 6 de Noviembre de 2011 salió en su bicicleta a comprar a uno de esos supermercados que trabajan las 24 horas del día, era de madrugada, y al pasar cerca de los terrenos del aeropuerto internacional de Mérida escuchó algo así como gemidos de dolor, se metió a averigüar y menuda sorpresa, vió a una mujer tendida boca abajo y ultrajándola estaba un tipo que al ver que lo observaban salió huyendo, Priego Cahuich se acercó a la dama y al verla lastimada tuvo a bien llamar a la policía para que la ayudaran.
Pero lo que le sucedió después a este buen samaritano fué inesperado, llegaron paramédicos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y oficiales de la misma corporación, los paramédicos atendieron a la dama que resultó ser prostituta novata, y le preguntaron qué le pasó, ella sólo recordó que se sintió mal tras haber bebido algo que le dieron al menos dos tipos que iban con ella en un auto, tras esto recuerda que la metieron a un monte y que no pudo ver quién la atacó sexualmente.
Y aquí viene lo deleznable, tanto paramédicos como policías instaron a la chica a que dijera que quien la ayudó con la llamada de ayuda fué quien la atacó, ella, semidrogada y ebria como estaba lo dijo así, y que al pobre de César Alonzo Priego Cauich lo atrapan y le echan la culpa de la violación.
Pasaron al menos tres días y tras las supuestas investigaciones se le liberó de toda culpa por falta de elementos que pudieran probar que César Alonzo Priego Cauich era el responsable de la violación de la jóven prostituta, y es queb hubieron puntos que nó encajaban a saber:
---La prostituta estuvo con al menos tres sujetos, tras departir con ellos dejaron a uno en casa y quedaron dos en el automóvil en que iban.
---César Alonzo Priego Cauich no tiene automóvil, se mueve en bicicleta.
---La prostituta recuerda que le dieron algo de beber y que tras esto se sintió mal, César Alonzo Priego Cauich no pudo haber sido yá que no le hallaron nada con que pudiera supuestamente drogar a la jóven.
---César Alonzo Priego Cauich dió santo y seña de cómo estaba vestido el atacante sexual, en lugar de esto y de que la policía investigara se les hizo fácil decir que él fué en complicidad con los paramédicos estatales, santo remedio.
Y aquí cabe hacer una aclaración, los paramédicos de la SSP a diferencia de los de la Cruz Roja locál son formados en la Academia de Policía de la SSP estatal, sí, es cierto, son buenos paramédicos, pero tambien reciben formación policiaca, y por lo tanto antes que pensar como paramédicos piensan como policías lo cual es vergonzo por decir lo menos.
Y pues César Alonzo Priego Cauich quedó libre, pero seguramente le quedó un mal sabor de boca por intentar ser amable con alguien herido, y para el señor comandante Luis Felipe Saidén Ojeda, titular de la SSP no me queda más que decirle que es un imbécil en toda la extensión de la palabra, no sólo tenemos que cuidarnos de una policía corrupta, ahora tenemos que hacerlo tambien de unos paramédicos que en lugar de asistir al herido buscan achacar culpas igual que lo hacen los policías, después de todo tanto paramédicos estatales como policías estatales salen de la misma academia, qué más podíamos esperar, ¿no creen?.
Fuente e imagen:
---Diario de Yucatán en su edición electrónica.