Un mal súbito durante un partido de fútbol casi le quita la vida a un joven de 20 años de edad, pero su madre clamó a Dios por su recuperación mientras él estaba en el hospital y los médicos intentaban todo lo que podían para revertir el diagnóstico de muerte.
El testimonio de Tammie Mask es una historia de fe sin cuestionamientos. El 21 de septiembre de 2011, su hijo, Stephen, cayó desmayado durante un partido de fútbol. La portadora de la mala noticia fue una tía del muchacho: “Mi cuñada dijo para ir al hospital, pues Stephen había entrado en colapso, él realmente había muerto”, dijo Tammie.
Sin embargo, la intervención divina para que el milagro sucediera ya estaba en curso, una enfermera caminaba cerca del lugar donde el joven estaba jugando, y ayudó en los primeros auxilios: “Todo el mundo corrió para socorrer. Él estaba espumando por el lado de su boca. Afortunadamente, la señorita Jewel, una enfermera, estaba allí caminando por la pista”, dijo Darrion, uno de los amigos de Stephen.
Mientras la ambulancia era accionada, Jewel realizó masajes cardíacos para intentar reanimar a Stephen. Cuando los paramédicos llegaron, él no tenía pulso, pero en el trayecto hacia el hospital, el joven dio señales de vida.
“Me llevaron a la sala donde Stephen estaba, conectado en varias máquinas. Le rogué a Dios de no llevar a mi hijo a tomar mi vida en lugar, “Tammie recordó en una entrevista.
Tammie todavía no había asimilado todo lo que estaba sucediendo cuando los médicos dijeron que no podrían hacer nada más. Stephen fue transportado al hospital Metodista de Houston, Texas (EEUU), donde un equipo liderado por el doctor Khan lo esperaba.
“Él estaba en estado de coma, entubado. “Él tenía un tubo de respiración y él estaba con algún goteo”, dijo el Dr. Khan, que ya atendía a Stephen en consultas de rutina antes del mal súbito.
Sin oxígeno y latidos cardíacos por más de 20 minutos, los médicos llegaron a la conclusión de que el joven había muerto, y estimaron que el 90% de su cerebro había sufrido daños. Si él sobreviviese, quedaría en estado vegetativo.
“Fue muy difícil verlo conectado a todo tipo de hilos y máquinas, fue devastador, pero yo tenía fe de que se iba a recuperar”, comentó Stephon, padre de Stephen, que junto a toda la familia, pidió a la iglesia, familiares y amigos que recordaran al chico en sus oraciones.
A lo largo de tres días, ningún progreso clínico. Stephen desarrolló una infección por estafilococos en sus pulmones, pero aún así, Tammie y su familia no desistieron. “Me sentía como si Dios quisiera que ayunáramos, entonces yo pedí a todos en Facebook para que hicieran el ayuno y oras por Stephen, pues Dios ahorraría su vida. Y no sólo ahorraría su vida, sino que lo restauraría por entero, fue ahí donde Dios comenzó a trabajar un milagro después de otro “, testificó la madre.
Después del primer día de ayuno, la infección comenzó a retroceder y Stephen salió coma. En el tercer día de ayuno, el corazón del muchacho comenzó a desinchar y volver al tamaño normal, funcionando con el 80% de la capacidad.
“Yo estaba tan agradecida. Los médicos no sabían qué decir. “Yo dije que era Dios”, comentó Tammie.
Los médicos realizaron una cirugía cardiaca para implantar un desfibrilador. Entonces, el 15 de octubre de 2011, Stephen fue liberado para comenzar la rehabilitación. Luego estaba hablando. “Él tuvo que aprender a cepillarse los dientes, aprender a hacer todo., cada paso que daba era una gran alegría”, relató la madre.
El 18 de noviembre de 2011, casi dos meses después del ataque al corazón, Stephen se fue a casa. No se acuerda de lo que ocurrió el día en que sufrió el mal súbito en el campo de fútbol, pero una parte de su recuperación es inolvidable. “Recuerdo algunos de mis amigos y compañeros de clase y familiares en el hospital, en mi habitación orando por mí eso me hizo sentir amado “, dijo el joven.
Durante la terapia, Stephen hizo progresos constantes y su familia decidió que su testimonio podría inspirar a otras personas alrededor del mundo, y Tammie publicó un libro titulado Another Slam Dunk: When Man Said No, God Said Yes! (Sin título en portugués, pero se puede traducir como “cambio de sentido: Cuando el hombre dice No, Dios dice Sí”).
“Dios me curó, siento que soy una nueva persona, fui colocado en esta tierra. El poder de la oración es real “, dijo el niño. “Sé que Dios responde la oración. La oración funciona “, reiteró.
El amigo del joven concuerda: “Él no estaría aquí hoy si no fuera por Dios”, dijo Darrion.
“Él quiere que confiemos en Él, incluso cuando no podemos verlo. “Todo lo que Él quiere que hagamos es confiar en él y tener fe”, finalizó Tammie, que siempre que puede, comparte la historia de milagro que trajo a su hijo de vuelta a la vida para inspirar a otras personas a buscar a Dios, no sólo ante la adversidad pero también en los tiempos de tranquilidad.
La entrada Su hijo es dado muerto, pero la madre ora y los médicos quedan asombrados del milagro se publicó primero en Unánime Radio.