“Su intento de desprestigiar la solidaridad médica cubana es de indigna y sumisa colaboración con EEUU”: carta al eurodiputado Javier Nart

Publicado el 29 abril 2020 por Santamambisa1

David Rodríguez Fernández firma esta “Carta abierta a Javier Nart Peñalver, Diputado Europeo por el partido Renew Europe” en la que denuncia que “su activismo anticubano, en esta ocasión para desprestigiar la solidaridad médica frente al COVID19, es de un cinismo vergonzante y de una sumisión indigna a EEUU”.


Su activismo anticubano, en esta ocasión para desprestigiar la solidaridad médica frente al COVID19, es de un cinismo vergonzante y de una sumisión indigna a EEUU

David Rodríguez Fernández

Con el envío de las cartas que, con fecha de 31 de marzo, dirigió al President de la Generalitat Valenciana Ximo Puig, con copia al Presidente del Gobierno Español Pedro Sánchez, y con copia al Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad Josep Borrell, relativas a la posibilidad de que las brigadas médicas cubanas vinieran a colaborar con las autoridades sanitarias españolas para hacer frente a la pandemia del COVID19, usted pretendía actuar como lobby anticubano para evitar la llegada de los galenos cubanos a nuestro territorio. Para ello, se basa en una argumentación demagógica sobre la colaboración médica cubana en la que acusa al gobierno de Cuba de esclavizar a los sanitarios que prestan servicios en el exterior de país caribeño.

Usted señor Nart hace gala de una manipulación burda de la realidad que responde servilmente a la campaña de desprestigio de EEUU, en el contexto de su estrategia contra Cuba a través del fortalecimiento de los bloqueos mediático y económico. De hecho, su misiva tuvo más recorrido en toda la red de medios de desinformación financiados exclusivamente por EEUU para desprestigiar a Cuba, que en la geografía europea donde realiza su trabajo parlamentario.

Cuba ofrece solidaridad y colaboración frente a la crisis sanitaria actual del coronavirus a todo aquel país que se lo solicita, sin condicionamientos políticos, religiosos o de otro tipo. La experiencia acumulada por el Contingente Henry Reeve en diversas catástrofes es muy valiosa, y es muy útil para intercambiar formación de los profesionales sanitarios entre países. La OMS y la ONU así lo reconocen y lo recomiendan ante esta pandemia mundial. ¿No se acuerda de la crisis del ébola? ¿De los terremotos de Haití o Pakistán? ¿De las tormentas y huracanes que arrasan países? ¿Del analfabetismo crónico en los países del Sur? Pues allí estaban los profesionales cubanos, desde los años 60 del siglo pasado. Y sí, también los cubanos ayudaron a liberar a los pueblos colonizados que solicitaron su apoyo, para librarse del imperalismo y del Apartheid. Y sí, los países con más recursos económicos que Cuba y que pueden pagar por esa colaboración lo hacen, pero otros no. Y sí, el Estado Cubano recibe esos ingresos que destina al Sistema de Salud Público, como en 2020, que destinó el 27’5% %, y que garatinza la gratuidad y la universalidad a su población. También permite desarrollar la industria farmacéutica y de la biotecnología, que han dado al mundo numerosos medicamentos y vacunas. Y sí, los trabajadores reciben su salario según los convenios adoptados con las diferentes contrapartes, y sí, también se garantizan sus condiciones materiales y profesionales. Y sí, los sanitarios deciden consciente y voluntariamente participar en las misiones. Por tanto, no puede considerarse trata de esclavos como acusa frívolamente.

El internacionalismo solidario es una alternativa de cooperación entre iguales frente a la diplomacia de la guerra y del expolio de los recursos de los pueblos, basada en la politica de sanciones, extorsiones y presiones unilaterales. La solidaridad internacional es también una política efectiva de defensa de los Derechos Humanos opuesta a las politicas neoliberales que usted defiende impune y fervorosamente desde su escaño europeo, esas políticas de mercado libre que hacen negocio privado de los servicios básicos como la Salud o la Educación. En Cuba el acceso a la salud y a la educación para todos es un Derecho Humano, recogido en la Constitución. La voluntad del Gobierno de un país pequeño, con recursos naturales y riqueza limitados, que sufre un brutal bloqueo económico, ha logrado conquistas muy notables como reflejan sus indicadores de salud y educación que la ONU certifica, equiparable a las  sociedades más avanzadas del mundo.

Por otro lado, le recuerdo que la Unión Europea es una institución que ha solicitado eliminar las sanciones a Cuba, y ha vuelto a pronunciarse en el mismo sentido en el marco de la crisis santiaria actual de la COVID19. Ya se superó la etapa de la llamada posición común que el expresidente Aznar impulsó en los años 90 del siglo pasado contra Cuba, en alianza con los halcones norteamericanos y la mafia anticubana y terrorista de Miami, con el objetivo de axfisiar al pueblo cubano por hambre y desesperación. En este sentido, no le he escuchado a usted denunciar el bloqueo de EEUU a Cuba, catalogado con acto de guerra por la Convención de Ginebra, que afecta a la vida diaria de todo el pueblo cubano violando los Derechos Humanos, y que cada año condenan todos los países de la UE y la abrumadora mayoría del mundo en Naciones Unidas. Tampoco le he visto respetar la soberanía del gobierno de Cuba, como si usted tuviera ínfulas de nuevo procónsul de las colonias de EEUU desde Europa.

Sr. Nart, puedo entender que la solidaridad no exista en su vocabulario ni en su accionar personal y político, y que actúe por otro tipo de intereses materiales. No quiero entrar a valorar su papel de europarlamentario tránsfuga a través de un partido liberal, aunque esta actitud demuestra que su apego al sillón es mayor que el que le tiene a la democracia del régimen liberal que usted representa. Pero le solicito que respete otras formas de entender las relaciones entre los pueblos. Su narcisismo neoliberal le impide entender que la Salud no puede ser un negocio y debe ser un Derecho Humano Fundamental, y que la solidaridad es el futuro para construir una humanidad justa y equitativa, respetuosa del otro. Usted no tiene por tanto autoridad moral ni coherencia política para ir dando lecciones, mucho menos a Cuba.

Le sugiero que deje a Cuba en paz, y que no siga siendo corresponsable del crimen que sufre su pueblo producto del bloqueo de EEUU. Le pido que respete la soberanía del pueblo cubano, que libremente ha decidido su modelo socioeconómico, y cambia lo que tenga que ser cambiado para seguir mejorando y avanzado hacia más justicia e igualdad.

Afortunadamente, Cuba no está sola. Sus 24 brigadas médicas solidarias contra el COVID19 están presentes en 22 países colaborando con los sistemas de salud públicos locales, con casi 1500 sanitarios, tras las solicitudes de los respectivos gobiernos. Antes de la pandemia actual Cuba ya tenía más 28 mil sanitarios en más de 60 países. Cuba establece acuerdos e intercambios, basados en el respeto de las comunidades médicas y científicas, y los profesionales consciente y voluntariamente participan en estas misiones en el exterior, según las condiciones que se establecen.. El reconocimiento se lo dan los pueblos que saben cómo es Cuba, altruista y profesional. Ojalá las autoridades españolas se vuelvan a plantear solicitar colaboración a Cuba, como lo hizo Italia y Andorra en nuestro entorno cercano. Porque Cuba nos sigue haciendo falta, en esta crisis del COVID19 y en las futuras pandemias, como nos sigue haciendo falta la humanidad que usted no transpira.

Lamentablemente, las diferentes administraciones españolas y autonómicas han dedicido de momento no solicitar la colaboración médica cubana, pero no se otorgue todo el mérito por ello, esto le supera, señor Nart. Pero sí debe estar “satisfecho” de su colaboración sumisa a la campaña indigna de los EEUU, y de su presidente actual Donald Trump. La historia ya le juzgará y seguro que no le absolverá.

David Rodríguez Fernández

Miembro de la junta directiva de la Asociación Valenciana de amistad con Cuba José Martí

Miembro de Honor de la Fundación Nicolás Guillén (La Habana)

Responsable de solidaridad internacional del PCPV-PCE

València, 29 de abril de 2020

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