Su obsesión

Por Mamareciente

Al Chiquinini nunca le ha gustado demasiado dormir. Cuando era sólo un recién nacido estaba lejos de las 18 horas de sueño que en algún sitio ( y para mi mayor agobio) leí eran lo normal. Dormía del orden de 12-14 horas repartidas a lo largo del día.
Ahora a la hora de irse a la cama no suele ( o mejor dicho, no solía) resistirse. A veces se duerme él solito y otras hay que acunarle, mimarle o cantarle, pero en un ratito se queda dormido. Por la mañana es muy madrugador, eso sí, y durante el día opone resistencia para dormir la siesta. También hemos pasado alguna temporada en la que se despertaba de madrugada y estaba tan fresco como una lechuga…de modo que tardaba una o dos horas en volver a dormirse…
Pronto tuvimos que pasarlo del capazo al portabebés cuando salíamos de paseo porque tumbado, como no se dormía, se aburría.
Después, cuando tenía cinco o seis meses, si notaba que se quedaba dormido en la silla de paseo, ponía todo su empeño en no hacerlo
Pero desde hace unos días no quiere dormir de ninguna manera. Da la impresión de que piensa que se va a perder algo, que dormir es una pérdida de tiempo. Así que cuando llega la hora de acostarle empieza a gritar: ¡Dormir no! ¡No “guta”!
Si se medio despierta entre la noche dice lo mismo. Y alguna siesta se ha reducido a media hora aunque se estuviera cayendo de sueño, porque en cuanto abre un poco el ojo, ya tiene las mismas palabras en la boca: ¡Dormir no! ¡No “guta”!
Parece que se ha obsesionado con el tema, así que ya son dos los asuntos que le tienen agobiadito : el no querer dormirse y el querer hacerlo todo el solo sin ayuda de nadie. Así que hay que ayudarle de estrangis para que no se rompa la cabeza subiendo al tobogán, por ejemplo.
Estas son ahora sus mini-frases favoritas : “Dormir no” y “Nene solo”.