Había leído un cuento de Caillou titulado "Caillou va en metro", y hacía ya unas semanas que nos había pedido un viajecito en metro. Por una cosa u otra lo hemos ido dejando. Y dado que el tiempo en Madrid no acompaña en exceso y que está todavía convalenciente de sus últimas "itis", pues me ha parecido que esta mañana podríamos hacer una pequeña excursión. Yo tenía que comprar unas cosas para casa, pero la tienda está en una zona donde es prácticamente imposible aparcar. De mi casa está a dos estaciones de metro, así que como primer viaje en metro, era perfecto.
- "Mamá estoy muy emocionado por montar en el metro".
Para comérselo.
Hacía mucho tiempo que no montaba, ya lo he dicho, así que nos hemos equivocado de línea. Pero eso ha sido su mayor disfrute porque ha montado en dos trenes más. Su carita reflejaba su felicidad.
Ha sido un viaje agridulce, hoy se levantó muy temprano y tenía sueño, al salir del metro el pobre se ha puesto a llorar porque quería ir a otro tren. Puro cansancio.
Pero cuando su padre ha llegado a casa lo primero que ha hecho ha sido contárselo, incluso se le enredaban las palabras, su mente iba más rápido que su lengua. Está deseoso de repetir la experiencia. La próxima vez elegiré un destino algo más lejos para que el viaje dure más tiempo, por ejemplo El Retiro.