"Suave es la noche" de Scott Fitzgerald: Una obra imprescindible en "Letras en vena"

Publicado el 04 julio 2015 por Hermidaeditores
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Suave es la noche de F. Scott Fitzgerald

 Vida dentro de la vida de Fitzgerald

Por Eduardo Boix

Llevo tiempo pensando mucho en la no ficción y como vida y literatura acaban, casi siempre, enlazadas. Los escritores deben vivir, tener experiencias, para escribir obras que tengan piel, huesos y sangre. Porque es muy importante que sean veraces, que los lectores se sientan identificadas con ellas. Un buen relato, basado en hechos reales, dan garantías de una buena historia, aunque se disfracen los hechos. Siempre he creído que todo lo que leo, tiene en parte algo de real, toda buena historia real acaba casi siempre mal por eso le da mucha prestancia.Fitzgerald recreó en Suave es la noche las amargas experiencias que le depararon los ocho años que tardó en escribirla. El internamiento de su mujer Zelda en un psiquiátrico y el descenso a los infiernos de la que por entonces era la pareja de moda, que lo había tenido todo para ser feliz, aceleraron sus ansias de autodestrucción. A través de su personaje Dick Diver intenta comprender los claroscuros de la vida: la intromisión de una amante en un matrimonio de renombre, sus destructivas relaciones con el dinero y el alcohol y la búsqueda imposible de un equilibrio emocional. Para Fitzgerald, una vez que se traspasa la línea que separa la lucidez de la locura, puede suceder cualquier cosa, incluso que los papeles se intercambien y el equilibrio acabe en “la pura bancarrota emocional”. En palabras de Zelda Fitzgerald, Suave es la noche es “un retrato de opulencia destructiva e idealismo malogrado”.Con Suave es la noche, no descubrimos nada nuevo Fitzgerald, es tal vez el autor americano por excelencia. Su vida, no llena de altibajos, tal vez nos la muestra más en esta novela. Dick podríamos decir que es su alter ego, aunque siempre he pensado que Gatsby también. De esta edición de Suave es la noche podríamos destacar la impecable traducción de José Luis Piquero. Piquero ha sido capaz de introducirse en el propio Fitzgerald y descubrir su mundo, lo que quería y no quería decir. Suave es la noche posiblemente sea la obra más personal de Fitzgerald, también según mi criterio es la más honda, la que más duele. Una obra imprescindible para entender un poco más al ser humano.