Con el calor de estos días nuestro armario ha cambiado radicalmente de ropa, ya hemos guardado todos los jerseys, chaquetas y pantalones abrigados, y hemos sacado las camisetas, vestidos y pantalones cortos. Y en la cama lo mismo, las sábanas de coralina ya están bien guardadas hasta el invierno que viene y toca poner las fresquitas de verano.
Gracias a Burrito Blanco hemos podido probar estas sábanas de su colección 'Fashion' que nos han enamorado nada más verlas. En verano me gusta la explosión de color, no sólo en la ropa que nos ponemos sino también en los complementos del hogar, y con esta cama que ha quedado, tan fresca y divertida, casi no hace falta ni poner la colcha de verano para ver la habitación con un toque mucho más alegre.
Mi cama es de 180 cm, y ahora ya es muy fácil encontrar sábanas de calidad con este tamaño, además con un sinfín de modelos y estampados. Hace unos años no era tan sencillo, tenías que ceñirte a pocos modelos, normalmente con colores o dibujos más clásicos. Estuve buceando por la web de Burrito Blanco y al final nos decantamos por este modelo.
Están realizadas 50% poliester, 50% algodón y al tacto resultan muy suaves y firmes, con una tela fuerte pero que a la vez resulta ligera para adaptarse a todos los rincones del colchón. La sábana bajera es azul marino con puntitos blancos, dejando todos los colores del estampado para la encimera que tiene en la vuelta de la cabecera una franja con este mismo color azul marino con puntitos blancos. Al ser de 180 cm se incluyen dos fundas de almohada de 105 cm de largo diseñadas con un detalle que me gustó mucho. Ambas fundas son como una especie de bolsa de tela para introducir la almohada, así puedes meterlas y no se escapan por el otro lado. En los extremos también tienen esta franja azul marino con puntitos blancos que da armonía a todo el conjunto.
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Son muy frescas, como no puede ser de otra manera en esta época del año, perfectas para la noches de verano que nos esperan. Además, la cama resulta muy fácil de hacer porque se deslizan suavemente pero sin moverse demasiado, así es más sencillo ajustar los largos de ambos lados de la cama. De momento no pongo la colcha fina, me encanta el estampado y el toque veraniego que le da a la habitación.
Otra prenda que hemos probado de la misma marca es un básico que tenía pendiente de poner desde que mi peque pasó de la cuna a la cama, un buen protector de colchón que lo aisle de sudor o posibles escapes. La elección ha sido la acertada, este protector de color blanco tiene un tacto muy suave y cumple todos los requisitos que debe tener este tipo de complementos: es hipoalergénico, transpirable, no lleva plásticos debajo que hagan ruido cuando te mueves y, además, se adapta perfectamente al colchón con unos ajustes con gomas que cubre todo el perímetro inferior, así no se mueve por muchas vueltas que dé el pequeño (y la mamá, que muchas noches me toca dormir con él).
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Ambos productos nos han encantado, no solo por la calidad de las telas, también por la originalidad de los estampados, perfectos para adaptarse a todos los gustos y necesidades.