Todos sabían que el camino de la libertad estaba al norte, que fingir para el amo vislumbraba una posibilidad de supervivencia y que soñar con la huida era una necesidad. Hoy sabemos que algunos lo consiguieron por medio de lo que se conoce con el nombre de ferrocarril subterráneo y que muchos cayeron rodeados de algodón, a manos de los cazadores o balanceándose a modo de extraños frutos colgados en los árboles del sur, como cantara Billie Holiday.
El ferrocarril subterráneo era una compleja red secreta de caminos, refugios y complicidades maquinada por abolicionistas clandestinos para ayudar a los esclavos a huir de las plantaciones del sur hacia los estados libres o Canadá.
Si en la narrativa es frecuente recurrir a metáforas para representar la realidad, Colson Whitehead en "El ferrocarril subterráneo" opta por transformar el lenguaje metafórico en realidad. Este ferrocarril carecía de líneas férreas, pero disponía de una red de gente que ayudaba a los esclavos a escapar de las plantaciones con imaginativos subterfugios y códigos secretos en las últimas paginas de los diarios. Este sistema era tan eficaz que estaba tan capacitado para "sacar a un esclavo por la puerta trasera justo cuando el cazador entraba por la delantera". En esta novela asoman elementos propios de la literatura que aborda la esclavitud en Estados Unidos -compra venta de personas como ganado, explotación, violación, persecución, linchamiento...-, pero tal vez el elemento más interesante consista en recuperar la historia del ferrocarril subterráneo para darle vida y hacerla real.
Escribió Orhan Pamuk en El novelista ingenuo y sentimental que: "Cuando nos sumergimos en una novela, y al igual que sucede en los sueños, a veces es tan honda la impresión que nos causa la extraordinaria naturaleza de las cosas que leemos, que olvidamos dónde estamos y es como si estuviésemos rodeados de la gente y los acontecimientos imaginarios que estamos presenciando. En esas ocasiones, tenemos la sensación de que el mundo ficticio que descubrimos es más real que el propio mundo real". ¿Consigue este efecto Colson Whitehead en The Underground Railroad? Especulo con la posibilidad de que su intención fuera presentar mediante una prosa fría, como el escrito de un notario, la cosificación del ser humano, los abusos y la violencia ejercida sobre los esclavos para que los lectores pongan la pasión, la rabia. "Cuando Moses le ordenó que fuera con él a la escuela, Mabel le arañó la cara acumulando y le escupió y él se limitó a sonreír y contestarle que si ella no quería jugar se buscaría otra: ¿Cuántos años tiene Cora? Cora tenía ocho años. Mabel no luchó más. Moses acabó rápido y después de la primera vez no volvió a hacerle daño". No es necesario ser más explícito para dibujar una realidad de degeneración y angustia, para lograr que quien lee se traslade a aquella época e imagine lo más horrible.
Los acontecimientos diarios de la plantación no se describen de manera pormenorizada. La vida de Cora es una huida constante, un viaje donde pocas veces encontrará humanidad, más allá de los que le dan acogida y refugio en prima instancia. Hay diferentes episodios, pero todos se ensamblan en Cora, una adolescente nieta de una mujer vendida varias veces, que comenzó siendo cambiada por "conchas de cauri y cuentas de vidrio" y que "convirtió en ciencia su cuerpo negro" acumulando observaciones. Cora está convencida de escapar de la plantación con el esclavo César, quien cree que tendrá suerte y logrará escapar como lo hizo su madre muchos años antes.
La vida de Cora es un viaje, el relato del recorrido tortuoso de una esclava fugitiva y el intento de esbozar cierta genealogía del racismo. Una odisea personal que representa el éxodo de todos los esclavos que emprendieron la búsqueda de la libertad e igualdad, de aquellos que se sublevaron contra la discriminación por motivos étnicos y raciales.
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