Submarine se parece a una película que filmaría. Es una parodia, es una comedia, con el sello de independiente en cada escena, con el sello de original, de freak quizás, pero tiene mucho humor y a la vez gran seriedad para hablar de las emociones humanas.
Uy eso sonó profundo… pero si, casi todo el cine habla de emociones humanas, aunque suene dramático, porque todo es “emociones humanas” ¿o no? Desde que te levantas y se te cae la jarra de agua en el dedo gordo del pie o te duele la cabeza porque has pasado mala noche. Para Oliver la vida es una gran producción, de la que es protagonista (¿Para quién no?), y narra cada situación que le acontece para sí mismo y para nosotros los espectadores de este film dirigido por Richard Ayoade, quien también es el autor del guión, basado en una novela de Joe Dunthorne.
La película es una pequeña obra de arte estructurada en capítulos, que utiliza recursos de otros géneros como la televisión, el documental, dándole un cariz conceptual muy pop art, muy collage, muy pastiche. Lo que atrapa es mucho más el como, que lo que narra, aunque lo que se cuenta es también interesante, por raro, por poco corriente, sobre todo para ciertos universos.
El cine de Holywood, cuyas fórmulas a ratos manidas no nos dejan imaginar mucho, ocasionalmente, necesitaría creativos como este director británico que cuentan historias simples (como la de un adolescente y sus líos) de un modo fuera de lo común, exagerado, que incluso rosa el sinsentido a ratos, pero todo para mostrar lo que si importa, al menos para algunos.
Una película cute, un relato adolescente, hermosamente filmado, con una bonita fotografía, especial para un domingo de lluvia como este.
Calificación: 10/10