La gran barrera de coral de Madagascar tiene una longitud de unos 450 kilómetros y va desde Andavadoaka (donde paramos en la segunda noche de viaje por la costa malgache en 4x4) hasta Itampolo al sur. Aunque puedas hacer submarinismo en casi cualquier punto si tienes tu equipo de buceo, hay tres lugares que tienen escuelas de buceo: Salary (dentro de los resorts de lujo, a precio acorde con el lugar), Ifaty (el más accesible) y Anakao (mi preferido). De estos tres lugares, tuve la oportunidad de descubrir el fondo marino en los dos últimos.
Esta barrera de coral hacer que durante los cientos de kilómetros de costa donde hay esta pared artificial, las playas sean tranquilas, haciendo en muchos sitios playas con aguas semejantes a lagunas. Para los que hacemos submarinismo, lo mejor está al otro lado de la laguna, donde la pared de coral baja metros y metros hasta llegar tocar fondo.
Ifaty, accesible con gran número de escuelas de buceo
Para mi Ifaty es el Benidorm de Madagascar (a falta de conocer Nosy Be). Justo al final de la ruta NR7, donde todos los jubilados franceses terminan sus vacaciones por el continente rojo. Eso hace que haya comodidades que en el resto de nuestra ruta no habíamos encontrado, como gran variedad de restaurantes, hoteles, bares y pubs. También el precio subió con respecto al resto de lugares.Pero también encontramos escuelas de submarinismo que nos daban la oportunidad de empezar a descubrir la barrera de coral de la costa oeste de Madagascar. Por la playa hay varias. Nosotros al ir en temporada baja no encontramos muchas abiertas. Nos decantamos por Atimoo Plongée. Concretamos la inmersión para el día siguiente y descansamos el resto del día en la playa.
Anakao, el mejor lugar para hacer submarinismo en la barrera de coral
La parada sieguiente en nuestro viaje por Madagascar fue Anakao, donde me hubiera quedado el resto de las vacaciones.No sabéis cuánto me alegro de haber cambiado de lugar y haber terminado en Il Camaleonte. Con ellos hicimos 3 inmersiones no podríamos haber salido más contentos. Primero, el trato recibido y su profesionalidad. Segundo por el buen rollo que llevan la pareja italiana de Il Camaleonte.
Fue en Anakao donde vimos más parte de la barrera de coral, de tonos más morados que rojizos. Además, no he visto antes un trozo de coral tan grande como los que vi aquí. Habrá que dar gracias a que hay poco tránsito de barcos y pesca con malas prácticas.
Nos quedamos con ganas de hacer una cuarta inmersión en unas cuevas, pero las condiciones de la mar el día que queríamos hacerlas no eran buenas y lo tuvimos que dejar para otra ocasión.