Subte: Estación cara, según auditora

Por Patriciagarcia

Idas y vueltas, falta de planificación y métodos inadecuados, colaboraron para que la estación Santa Fé de la línesa H en la esquina de Santa Fe y Pueyrredón -coqueto barrio norte porteño- costara millones, tal vez innecesarios y se demorara más de la cuenta.

Estación Santa Fe

Lo explicó la titular de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires, Cecila Segura. La funcionaria contó que en octubre de 2011 a través de la ley 3948 la Legislatura de la Ciudad declaró sujeto a expropiación los inmuebles afectados a la traza de la línea H, que incluía el inmueble ubicado en la avenida Pueyrredón 1401, esquina Santa Fe, donde funcionaba el Bar Duero.
La norma permitía expropiar la totalidad del inmuebele pero se hizo una “expropiación parcial” del 25% , de acuerdo a lo que decidió el Gobierno porteño porque sólo se utiliza parte de la planta baja y el subsuelo, de modo que el resto del edificio quedó para su dueño. Así, aseguraron, salía más barato.
El acuerdo con la propietaria -"Paraguay 701 SA (Bar Duero)"- se pactó por $ 3,6 millones de pesos y se dispuso un plazo para las obras de 2 años, con una multa a cargo del Gobierno porteño de $2000 por cada día que superara el lapso acordado.
De ese modo, las obras de la entrada de la línea H deberían haberse terminado el 8 de febrero de 2015. Desde entonces, el gobierno paga una multa diaria por la ineficiencia en la gestión de las obras.
Según Segura, "durante la inauguración de la estación Santa Fe, el gobierno dejó trascender que las obras de conexión entre las líneas H y D demorarán 90 días más, por lo tanto, el costo por multas a pagar superará los 600 días,lo que generará un sobrecosto que representa casi el 35% del valor expropiado del predio".
“Subterráneos de Buenos Aires delegó en una empresa que carecía absolutamente de antecedentes la gestión de todo el proceso de expropiación. En el caso específico de la estación H, además, la ley especificaba que la expropiación de los comercios debía ser total y no parcial como se hizo con el bar Duero”, indicó la presidenta de la Auditoría y agregó que “el balance de la gestión de las obras de expansión de subte nos indica que con la excusa de ejecutar una política necesaria no se han cumplido criterios razonables de planificación, con demoras constantes en los planes de obras y la utilización innecesaria de procedimiento administrativos de emergencia o urgencia que atentan contra el control y la transparencia que debe tener una acción estatal como esta, que involucra una cantidad enorme de recursos públicos”.