El Ayuntamiento de Barcelona ha otorgado subvenciones a 16 librerías de la ciudad, dentro de su programa de apoyo al comercio cultural de proximidad.
El importe total subvencionado es de 86.244 €, repartido entre las librerías La Central, Laie, Atelier, Fabre, Atzavara, A Peu de Pàgina, Al·lots, Antinous, Bolibloc, La Ploma, Llibreria Hispano Americana, Quera, Loring Art y tres tiendas de la cooperativa Abacus.
Los fondos estarán destinados a modernizar estos aspectos:
- Implantación de tecnologías que ayuden a las ventas
- Adquisición de nuevas instalaciones, mobiliario o productos
- Obras destinadas a cumplir con las normativas vigentes o a mejorar el servicio
El valor que otorgan las librerías, según los responsables del área de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, es la capacidad para crear una identidad cultural en el barrio. No únicamente por fomentar el placer por la lectura y la reflexión, sino como eje vertebrador del barrio, de cohesión social.
Imagen de Wikimedia Commons – Autor: MarkBuckawicki
En un momento histórico de crisis, este año 2013, en el que algunas de las librerías veteranas de la Ciudad Condal se han visto obligadas a cerrar (Catalonia, Proa Espais y Canuda, en la que se inspiró Carlos Ruiz Zafón para su “cementerio de los libros olvidados”), el sector agradece unas ayudas que siguen siendo insuficientes.
El sector sigue reclamando la protección de tiendas reconocidas como emblemáticas ante la amenaza del fin de los alquileres de renta antigua, que tendrá lugar en diciembre de 2014 con la entrada en vigor de la LAU (Ley de Arrendamientos Urbanos). Parafraseando a Gabriel García Márquez, la sustitución de varios de estos “comercios culturales de proximidad” por grandes cadenas de moda y alimentación rápida parece la “crónica de una muerte anunciada”.