Babydoll es una chica a la que su padrastro ingresa en una institución mental, con la intención de que le practiquen una lobotomía en un plazo de cinco días para así poder disponer de la herencia. En ese espacio de tiempo inventará una realidad alternativa en la que se refugiará del dolor y planeará su fuga de dicha institución junto a sus compañeras Rocket, Blondie, Amber y Sweet Pea. Necesitará conseguir cinco objetos para salir de allí y que su plan tenga éxito.
Zack Snyder
Hoy es uno de esos dias en los que tengo que intentar, con todas mis fuerzas, luchar contra la parcialidad para tratar de que la entrada me salga más o menos objetiva, pero va a ser complicado. Y lo veo difícil porque soy fan total de todo lo que el señor Zack Snyder haga o deshaga en este mundillo. A mí ya me ganó para la causa con la espectacular Amanecer de los Muertos (Dawn of the Dead, 2004), uno de los mejores remakes llevados a cabo en Hollywood con una nueva vuelta de tuerca y actualización del universo zombie. Dos años después, en 2006, nos regalaría 300, adaptación del cómic de Frank Miller en el que ofrecería al respetable un nuevo concepto visual y una historia que, personalmente, disfruté como un enano. Watchmen llegaría en 2009 para convertirse en una polémica adaptación de la celebérrima novela gráfica de Alan Moore (para mi, una adaptación espectacular y una de las películas de la década, sin duda). Ga'Hoole, La Leyenda de los Guardianes (2010) no la he visto aún pero está en la lista de pendientes.Y ahora nos ofrece con Sucker Punch la primera película en su haber que nace directamente de su imaginación, sin basarse en alguna otra película anterior, cómic o novela. Snyder ha dado rienda suelta a todo un batiburrillo de conceptos que sin duda ha ido almacenando en su mente a lo largo de su vida y que nos muestran de qué material están hechos los sueños del director de Wisconsin: samuráis gigantes, zombies nazis, orcos, dragones, robots, influencias del manga, el anime, el steampunk, la fantasía heroica, los videojuegos, los cómics, juegos de rol... En definitiva, un crisol de referencias tan amplio que abarca casi la totalidad de los mecanismos y resortes de la cultura y el ocio de los últimos veinticinco años. Y eso es una golosina para toda una generación...
Sucker Punch se inicia con un prólogo genial, en el cual el planteamiento de la historia se lleva a cabo de manera magistral sin diálogos, recurriendo a la fuerza de las imágenes, con un uso inteligente y adecuado de la cámara lenta, planos detalle espectaculares y un tema (Sweet Dreams de los Eurythmics versionado por la propia Emily Browning) que encaja a la perfección tal y como ocurre con el resto de temas que componen una BSO genial de la que hablaremos más adelante. A partir de aquí brotará el resto de la historia, en un desarrollo que se compone de tres niveles de "realidad": el primer nivel es la realidad pura y dura (donde Baby Doll es encerrada en el sanatorio Lennox House); el segundo nivel es una realidad alternativa (donde la institución mental es sustituida por un burdel); y el tercer nivel es un mundo totalmente onírico y de fantasía, donde se suceden las escenas más espectaculares de la película. A su vez, el desarrollo de la acción en este tercer nivel se asemeja a las fases de un videojuego: enemigos que liquidar, objetos clave que conseguir, dificultad in crescendo...
Y a partir de ahí, la orgía audiovisual fruto de la amalgama de referencias pasadas por el tamiz de Snyder, lo cual significa ser testigos de unas escenas de acción que, pese a que puede que resulten repetitivas, no dejan de ser espectaculares, conjugadas con otros pasajes que buscan más sumergirnos en la emotividad y la profundidad psicológica de unos personajes atormentados enfrentados al villano de turno. Quizá carezcan de fuerza en el fondo, pero la forma está cuidadísima con cantidad de recursos narrativos que Zack Snyder domina a la perfección y al que hay que agradecerle que haya declinado usar el manido 3D que infecta gran número de producciones en el cine actual.
Vera Gorski (Carla Gugino) y Blue Jones (Oscar Isaac)
En cuanto al reparto, el do de pecho lo dan los secundarios, empezando por un Oscar Isaac bordando el papel de Blue Jones, que otorga a su personaje todos los requisitos necesarios para hacer de él un villano realmente a la altura de las circunstancias. Junto a él, repite bajo la dirección de Zack Snyder (como ya hiciera en Carla Gugino en Watchmen interpretando a Sally Jupiter) para meterse en la piel de la doctora Vera Gorski, anegando la pantalla con su presencia. Y luego tenemos al pack de las cinco señoritas que se dedican a repartir estopa y ensaladas de tiros sin ton ni son durante casi toda la historia. Baby Doll (Emily Browning) es, en teoría, el personaje principal en torno al cual se articula la historia, pero la escasez de diálogos o la sencillez de los mismos la convierte en un icono casi totalmente visual. Blondie (Vanessa Hudgens) y Amber (Jamie Chung) son las más limitadas de este repóker de heroínas, mientras que las hermanas Rocket (Jena Malone) y Sweet Pea (Abbie Cornish) se destapan como las intérpretes protagonistas con más fuerza y peso en la pantalla, recayendo sobre sus hombros las escenas más emotivas y potentes en lo que a dramatismo se refiere.Blondie, Sweet Pea, Baby Doll, Amber y Rocket
Mencionaba hace unas líneas que Sucker Punch era una "orgía audiovisual", y es ahora cuando podemos alabar las virtudes de la fuerza de las imágenes de Snyder cuando se conjugan con una banda sonora de las que quitan el hipo y ante la cual hay que quitarse el sombrero. Las escenas de acción se suceden al ritmo de auténticos temazos, convirtiéndose en videoclips de nueva generación realmente espectaculares. Sonarán versiones y remixes de Sweet Dreams (Eurythmics), Army Of Me (Bjork), White Rabbit (Jefferson Airplane), I Want It All/We Will Rock You (Queen), Search And Destroy (Iggy Pop), Tomorrow Never Knows (The Beatles), Where Is My Mind? (The Pixies), Asleep (The Smiths) y Love Is The Drug (Roxy Music). Con semejante repertorio sonando a todo trapo en la sala de cine, Sucker Punch se convierte en toda una experiencia audiovisual.Sobre el guión, poco puedo decir que no se haya comentado ya por activa o por pasiva, convirtiéndolo en el auténtico punto débil de un film que se cimenta sobre otras muchas virtudes. Bien es cierto que la historia es sencilla, aunque Snyder la haya querido disfrazar con un halo de complejidad psicológica. Básicamente se trata de un viaje desde el punto A al punto D, pasando antes por B y por C, como una serie de etapas bien definidas que hay que ir superando al estilo de los niveles de un videojuego al uso. ¿Guión sencillo? Sí. ¿Historia plana? Puede. ¿Mala película? En mi opinión, ni mucho menos, siempre y cuando se tenga claro qué es lo que vamos a ver y qué ha dispuesto el director como puntos fuertes de la película.