Hasta no hace muchos años, la mayoría de los padres y abuelos creían que era “porque el niño estaba débil o anémico”. Ahora sabemos que no es así. Casi un 12% de los niños sudan por la noche profusamente, siendo más frecuente en los niños que en las niñas y son más propensos los que tienen enfermedades respiratorias (rinitis, amigdalitis, apneas del sueño), dermatitis atópica, los de carácter difícil y los que presentan trastornos del sueños como insomnio o parasomnias. También es verdad que en la mayoría de los casos, no se puede atribuir a ninguna causa específica.
Si su hij@ se empapa de sudor por la noche consulte al pediatra para descartar las causas que les he expuesto aunque en la mayoría de las ocasiones no es importante aunque incómodo.