Una ducha de agua fría de buena mañana era de lo más estimulante pero fuera hacía solo 11 grados. Después del desayuno fuimos a ver el templo egipcio de Soleb, a unos 500 de metros de la casa Nubia.
El Templo contiene jeroglíficos de Horus y está dedicado al Dios Amón de la Dinastía 18, cuando reinaba el faraón Amenhotep III. Se encuentra situado a 150 km con la frontera de Egipto, cercano a la tercera catarata y es el mejor templo conservado en Sudán.
En sus columnas pudimos apreciar lo maravillosamente decoradas que estaban con dibujos de esclavos atados con los brazos hacia atrás, se veían lanzas, faraones de perfil e infinidad de inscripciones y numerosos jeroglíficos.
Fuimos después a Sedeinga, un yacimiento arqueológico cercano a Soleb. Anteriormente existía un largo hall de columnas pero a día de hoy sólo permanece una.
Vimos los restos del Templo de la Reina Tiy del siglo XIV A.C. construido también en el mismo reinado de Amenhotep III para su esposa la Reina Tiy. Soleb y el yacimiento arqueológico de Sedeinga fueron construidos sobre una plataforma.
Pudimos observar entre las piedras que habían esparcidas por el suelo, inscripciones funerarias y en tres de ellas bustos de la bella Faraona Tiy.
Con Razhid y nuestros amigos seguimos hasta llegar al embarcadero para ir a la Isla de Sai, en medio del Nilo. Al llegar a la orilla para coger la barca, vimos plantaciones de judías junto al río.
Unos lugareños se nos acercaron e iban tan guapos vestidos que no nos pudimos resistir el hacerles fotos siempre con su permiso.
Una vez en tierra fuimos a ver ruinas de diferentes épocas amontonadas. Desde ellas pudimos ver vistas magníficas del Nilo. Cuando uno llega a esta isla te das cuenta de la importancia del lugar, es una escuela infinita para arqueólogos.
La gran fortaleza se construyó en el período faraónico por Ahmose (se cree que fue en el 1580 A.C).En el suelo encontramos piezas que aún no habían sido recogidas como trozos de vasijas y otras piezas que estaban acumuladas y que seguramente formaban parte de una excavación reciente.
Por la tarde saludamos a un sobrino de la casa Nubia. Nos dijo que en la entrada de la puerta indicaba el nombre de la agencia Mashansharti y que este era el idioma de los nubios.
Venía a pasar unos días de vacaciones y continuaba su viaje hacia la zona de Wadi Halfa. Seguimos conversando con él durante la cena y entre todos quisimos arreglar el mundo.