¿Dónde está mi conciencia,
que hoy se me ha perdido
entre el dolor y la rabia
y el miedo a la guerra...?
¿Y dónde la tuya se halla,
cuando torturas inocentescon la voz altiva
del jinete y las armas?
El dinero no tiene miedo,
porque reina sobre el árbol del mundo, pudriendo hasta lo más profundo
y engañando ángeles incautos
que extraviaron su meta.
Prometen y prometen mil ciento promesas, mienten y mienten y pecan y pecan.
Mientras el hombre muere y el niño pena, mientras la calle es almohada y el lucero del alba yace bajo esta cuneta.Yo quiero un plan,
un mapa nuevo
que me lleve volando
a un mundo justo y fresco;
quiero una meta nueva.
Quiero yo un cielo limpio
y todo el dinero esparcidoen el campo yermo
de las margaritas muertas.
Y se abre al sol hoy la mirada mía,
sobre las nubes ligeras que ya no reptan; porque la esperanza hoy es verde aire,y el alma tuya es blanca toda,
como la de un poeta.
Sólo los versos saben dibujar la senda: tus versos; sobre las ascuas rojas del miedo y de la guerra.
Y sólo el plan del maestro pinta el caos de camino,cuando el maestro está muerto
y viste el sudario blanco
del almendro verde en la sierra.