La familia real recibió el año pasado a 3.934 personas y realizó 477 actividades, 133 en el extranjero en 19 viajes, sobre todo, el Príncipe y su esposa, que le acompañó en la mitad de ellos. De esta manera, unos días antes de la declaración de la Infanta al juez Castro, la Casa Real, que había guardado un discreto silencio sobre sus cuentas, decide responder a estas preguntas, facilitando estos y otros datos, como lo que ha costado la remodelación de su página web (102.146 euros), las tres hospitalizaciones de don Juan Carlos en 2013 (165.189 euros),o lo que ha abonado a Hacienda la Casa real en el ejercicio de 2013 (1.02 millones de euros por retenciones del IRPF). El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, avisó a la Jefaturadel Estado de que no debe hacer una “interpretación” restrictiva de la Ley de Transparencia y que, además de informar de cómo se reparte el dinero público entre los miembros de la Familia Real, debe dar a conocer el patrimonio de cada uno de ellos.
Por su parte, el Rey no tiene intención de que se conozcan ciertos datos, como su patrimonio personal, algo que ya han solicitado varios partidos políticos, obteniendo siempre el silencio por respuesta. O el gasto de todos los viajes o actividades privadas de la familia real que se financian con dinero y medios públicos, amparados por el derecho que dicen tener a cierto ámbito de privacidad. “No dejan de ser personas –dicen–y tienen derecho a cierta intimidad. No se puede dar una repuesta en blanco y negro”. El PP declaraba el pasado noviembre que la Coronacostaba 17 céntimos por español al año, pero el cálculo no era riguroso porque hasta ahora nunca se ha hecho publico lo que cuestan los viajes oficiales de la familia real (pagados por Exteriores), la seguridad (Interior), la Guardia Real (Defensa), el mantenimiento de palacios reales y sitios (Patrimonio Nacional) o el parque de vehículos oficiales (Hacienda). Y, sin embargo, la ley de transparencia prevé que los respectivos ministerios hagan pública toda esa información. “Esto –concluye el portavoz de la Zarzuela– tiene que ser una casa de cristal”. Curiosamente, la primera vez que la Casadel Rey hizo públicas sus cuentas fue el 28 de diciembre de 2011, un día antes de que el mismo juez que el sábado interroga a doña Cristina imputara a su marido Iñaki Urdangarín.