Es así como los grandes colonos de las empresas tecnológicas van abriendo el nuevo imperio digital, sobre una tierra cada vez más desvalida, y más sola, y más huérfana, de cuerpos cada vez más invisibles y sensaciones cada vez más escondidas.
Es así como los grandes colonos de las empresas tecnológicas van abriendo el nuevo imperio digital, sobre una tierra cada vez más desvalida, y más sola, y más huérfana, de cuerpos cada vez más invisibles y sensaciones cada vez más escondidas.