Cuentos
Un maestro zen, sujetando un vaso en su mano, preguntó a sus discípulos: "¿Cuánto pesa este vaso?"
Uno respondió 200 gramos, otro, 250 gramos, y otras respuestas parecidas...
El maestro respondió: "Bien. Teniendo en cuenta el peso del vaso, mi percepción variará dependiendo de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no es un problema. Si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo. Si lo sostengo un día, mi brazo se entumecerá y paralizará.
El peso del vaso no cambia, es siempre el mismo. Pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, y más difícil de soportar se vuelve para mí."
Y continuó explicando: "Las preocupaciones, los pensamientos negativos, los rencores, el resentimiento, el miedo, son como el vaso de agua. Si piensas en ellos un rato, no pasa nada. Si piensas en ellos todo el día, empiezan a doler. Y si piensas en ellos toda la semana, acabarás sintiéndote paralizado e incapaz de hacer nada. ¡Acuérdate de soltar el vaso!".
Cuento oriental