Al dormir dejamos nuestro cuerpo en un estado de baja potencia. El cuerpo astral, que también descansa, se sitúa unos centímetros por encima del cuerpo físico, un poco como si mezclamos agua y aceite que se separan pero que el movimiento del agua es imitado por su reflejo superior que es el aceite.
Al dormir dejamos nuestro cuerpo en un estado de baja potencia. El cuerpo astral, que también descansa, se sitúa unos centímetros por encima del cuerpo físico, un poco como si mezclamos agua y aceite que se separan pero que el movimiento del agua es imitado por su reflejo superior que es el aceite.