Sueños de Copa del Rey

Publicado el 12 enero 2010 por Nandreu

Poco queda para que de arranque, la que para mi es la competición deportiva que se disputa en España más excitante, interesante y entretenida, estoy hablando de la Copa del Rey de baloncesto. Sin lugar a dudas el mejor remedio para un fin de semana de hastío y la receta recomendada para poder aplacar a los amantes del baloncesto su ansia por ver canastas. La mejor noticia de este evento es que, un año más, el Power Electronics Valencia estará presente.

Ya es una tradición, después de que en la Copa del Rey de Valladolid se consiguiera la victoria lo de clasificarse para el torneo del KO. Esto implica ser un grande en una Liga ACB vedada para el FC Barcelona, Real Madrid y, ocasionalmente para el Caja Laboral.

La competición, que ya se ha sorteado, ha tenido a bien enfrentar al Valencia Basket con el Asefa Estudiantes, el equipo que más ha crecido en las últimas jornadas de la ACB. No hay que tenerle miedo, pues el VBC tiene este año algo que le acerca mucho al equipo que ganó la Copa del Rey en Valladolid. Tiene espíritu de equipo. Tiene un bloque. Además de todo tiene talento y un entrenador ganador.

Tan importante como tener figuras es tener un equipo. No voy a negar que echo de menos el espectacular Pamesa Valencia de Tomasevic, Oberto, Montechia, Rodilla… Pero, eso es pasado. La política de la empresa ha cambiado y ahora prima lo anterior, Rodilla, Luengo, Swinson, Alfons Albert… Estos formaban un gran equipo junto al maestro Vukovic.

Para poder ganar al Asefa Estudiantes, al Barça-Cajasol y al rival en la final Spahija tiene todo un arsenal dispuesto. Un equipo que vive de él mismo. El nuevo Power Electronics parte de una defensa sacrificada, que cuando no funciona se resiente, y del talento de sus jóvenes figuras. La capacidad de liderazgo y el descaro de Victor Claver; el espíritu y compromiso, sin olvidar el talento de Rafa Martínez y Matt Nielsen; los centímetros y calidad de Perovic y Lischuk; la mágica improvisación de De Colo y Kelati; la electricidad de Marinovic; la fuerza de Pietrus; las ganas de comerse el mundo de Simeón; y el saber estar de Iván García, no es fácil asumir ese rol en un equipo amateur o profesional.

Con esas cartas Spahija tiene la reconstrucción del Valencia Basket más cerca que nunca. Aquel equipo que llegaba a finales de Copa, que era un piña tiene una posible reencarnación. Sencillo es jugar a adivino desde el púlpito periodístico, pero es evidente que se están haciendo las cosas con la cabeza que ofrecen las estrecheces económicas.

De la Copa que decir… Simplemente que es una competición tan maravillosa que todo puede suceder. Estoy seguro que el Power Electronics no dejará indiferente a nadie y que pasearemos con orgullo la camiseta taronja por Bilbao. Ahora más que nunca este equipo ha vuelto a ser un grupo y eso es lo más importante, para ellos, para los directivos, para los periodistas y, por supuesto para los más importantes, los aficionados. Siendo un equipo se llegará lejos.