Autoras: Iria G. Parente y Selene M. Pascual
Editorial: Nocturna ediciones
Número de páginas: 573
ISBN: 9788494335471
Precio: 16,5 €
Puntuación: 6
Sinopsis:
Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros. Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad. En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta... y del recuerdo del hombre al que ha matado.
Opinión personal:
Sueños de piedra es un libro que está triunfando por la blogosfera, está en todos los blogs y todo el mundo que lo lee, lo adora. Debido a esta gran fama, a su portada y a su título, no pude resistirme a caer yo también en sus encantos. Después de terminarlo, he tenido que meditar bastante antes de comenzar esta reseña porque no sabía exactamente cómo explicar los puntos por los que este libro no ha terminado de hacer click conmigo. Pero allá van:
Primer punto: el mundo. Se desarrolla en un mundo llamado Marabilia, dividido en muchos reinos donde abunda la fantasía, los reyes y los herederos. Un mundo de fantasía épica, que es un género que adoro. Y encima, un mapita al principio, lo que prometía mucho. Sin embargo, este mundo realmente tiene poca importancia en la historia. No está mal desarrollado ni nada por el estilo, pero se toca muy por encima. Es cierto que conocemos algunos rasgos de los diferentes reinos, pero son trazados vagos, pequeñas pinceladas que no bastan para saciar mi curiosidad. Este mundo queda relegado a un segundo plano, sirviendo como un mero escenario para desarrollar una historia de amor.
Pues eso, que nos encontramos con una historia de amor principal con añadidos de fantasía, y creo que ha sido eso lo que ha provocado que chocara con mis esquemas. A ver, con ese título y esa portada yo me esperaba fantasía épica, epiquísima, un mundo lleno de aventuras y de acción y donde el mundo fuera el auténtico protagonista de la historia. Y esa sangre en la portada... uf, prometía auténticas luchas y triquiñuelas para conseguir el trono, o lo que fuera, pero no lo he encontrado aquí.
Punto tres: los personajes. Sí sí, muy reales y todo eso y con mucha evolución, pero sinceramente, una evolución de lo más predecible. Arthmael, un egocéntrico orgulloso y mimado que se comporta como un estúpido al principio, y me cayó bien. ¿Por qué? Pues porque estaba claro que en el fondo iba a ser un valiente príncipe, con su corazón y todo y su dulzura. Vamos, ¿quién no se lo esperaba? Y Lynne, la prostituta con fantasmas de su pasado que la persiguen, pero que tras muchos altibajos consigue sobreponerse a ellos como una campeona. Pues claro, ¿cómo iba a ser de otra manera? Y luego Hazan, un mago que sinceramente es el único personaje que no está nada bien creado. Es un mero prototipo. Niño inocente que es pura dulzura al que todo el mundo adora, porque está creado para que los lectores lo adoren y encima, el único que consigue tocar el corazón de Lynne desde el principio, como si no estuviera cantado. Anda ya.
Sueños de piedra es un libro que no ha logrado cumplir mis expectativas, aunque he de admitir que no las llevaba demasiado bajas. Me esperaba un libro de fantasía épica, con grandes tramas y enredos y sangre, y en cambio me he encontrado con una historia de amor adornada con algunos toques de magia y pequeñas aventuras, narradas con tono alegre. Se lee rápido y el estilo es fácil, pero tanto la trama como los personajes, predecibles.