“Sueños en tiempos de guerra”, de Ngũgĩ wa Thiong’o

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

“Ngũgĩ wa Thiong’o es el Premio Nobel que el mundo necesita”
The Washington Post

Dentro de las colaboraciones que de vez en cuando se acercan a este blog, tengo la suerte de poder ofreceros esta reseña escrita por Ricardo Martínez Llorca. El autor del libro, Ngũgĩ wa Thiong’o figura últimamente en las listas de los candidatos al premio Nobel.

Memorias de infancia. El sueño de cambiar el destino de un país colonizado inmerso en una guerra genocida.

Cubierta de: ‘Sueños en tiempos de guerra’

A nadie le gustaría que le robaran esa certeza de que la memoria es un sueño dorado. Si cualquier tiempo pasado fue mejor no se debe, como la gente cree, a una infancia feliz. Si no a que la maldad que no debería figurar en ninguna infancia la hemos echado al olvido. Se trata de una estrategia de supervivencia que hasta el cristianismo ha heredado en forma de divinización: o uno retorna a ser el que era en la infancia, o no entrará en la vida eterna. Lo contrario a la promesa del reino de los cielos es, por tanto, la muerte. ¿Para qué hace falta el infierno si la muerte es ya bastante castigo? Así pues, lo contrario a la muerte es la infancia.

Y ahora el eterno candidato al premio Nobel, Ngũgĩ wa Thiong’o, comienza a publicar sus memorias en una de esas pequeñas y muy respetables editoriales: Rayo Verde rara vez se equivoca a la hora de elegir un texto. Este Sueños en tiempos de guerra se corresponde a la infancia del escritor keniata. La redacción de las memorias es un tanto convencional por momentos. Al igual que la descripción del país que le ha tocado vivir. Sin embargo, hay varios asuntos que destacan en la obra y que la convierten en algo más que interesante. En primer lugar, comprobar de dónde viene Thiong’o: una familia patriarcal autoritaria, en la que él era uno de cientos en la tribu que formaba con sus hermanos y hermanastros. Apenas una comida al día y la costumbre de esconderse del padre maltratador, son dos de las formas de tiranía que sufre. Para ese niño, la escuela es una liberación. Donde convive con otros niños es donde convive con la inocencia. Y el valor literario de la inocencia está muy minusvalorado entre tanto lector solemne ejerciendo de crítico literario.

La fascinación de descubrir mundo será lo que le empuje a la resiliencia que no se muestra en momentos duros que se superan uno tras otro, sino a lo largo del texto. La superación personal sucede de a poco. Las humillaciones de las que tiene que levantarse no siempre son de alto grado. Y seguirá siendo la fascinación lo que le lleve a descubrir la otra Kenia, la occidental, la del Antiguo Testamento. Pero, ¿de qué Kenia estamos tratando? El momento que atraviesa el país es convulso. El subtítulo de El sueño de cambiar el destino de un país colonizado inmerso en una guerra genocida no es gratuito. Thiong’o parte de una tradición que venera al tiempo que le provoca escepticismo. Pero lo que va conociendo, atravesado por el colonialismo en retirada, es un mestizaje desordenado. Mientras que a él se le expulsa del paraíso de la casa materna, el país está enzarzado en tiempos de guerra. Thiong’o se mantiene en la periferia de la guerra. En caso de guerra, todos lo sabemos, lo mejor es no arrimarse al frente de batalla. Pero la transformación, a pesar de la distancia, es inevitable. Comprobar cómo afecta a la identidad y a la construcción cultural de un país, a través de los seres que rodean a un niño que crece más deprisa de lo que nos da tiempo a reconocer a causa de su pasión por el estudio, es otra de las experiencias que hacen de este libro una lectura que nos sorprende. Es cierto que con mucha convulsión, se refleja en el libro la formación del estado. Pero el acierto de separar la política grande de la afectación en los que forman la polis, es un planteamiento novedoso. Ellos serán el país, y eso es lo que queremos leer. En cuanto al estado, todos sabemos que desde Montesquieu para acá, apenas existe un estado moderno que no sea un estado fallido, o al menos un ente insensible. Thiong’o puede tener muchos defectos como escritor. La insensibilidad no es uno de ellos.

Ngũgĩ wa Thiong’o

El autor:
Ngũgĩ wa Thiong’o nació en Limuru, Kenia, el 5 de enero de 1938. Es un escritor kikuyu. Ha escrito varias novelas, ensayos y cuentos; fundado el periódico en kikuyu Mutiiri y colaborado en el departamento de traducción e interpretación de la Universidad de California en Irvine. Es padre del también escritor Mũkoma wa Ngũgĩ.
Su primera novela Weep not Child, escrita en 1962 poco antes de la independencia keniana, aborda, a través de los ojos de un joven llamado Njoroge, las tensiones entre blancos y negros, entre la cultura africana y europea, en una época (1952-1956) donde los insurrectos kikuyus, más conocidos como Mau Mau, se levantan contra la autoridad británica.  De vuelta a Kenia, trabajó de periodista para The Nation, antes de investigar sobre Joseph Conrad para la Universidad de Leeds y a partir de 1967, fue impartiendo clases en Kenia y Uganda, y siguió con su carrera literaria. Pasó un año en prisión, lo que hizo que radicalizara sus ideas contra el gobierno de Kenia, y más tarde se exilió a Londres y más tarde a California y fue profesor de la Universidad de Nueva York. Regresó a Kenia el 31 de julio de 2004, después de 22 años de ausencia (había jurado no volver mientras Daniel Arap Moi estuviera en el poder). Unos días después de su regreso, el escritor y su esposa fueron atacados de noche en su apartamento de Norfolk Towers. Cuatro agresores con revólveres, machetes y una cizalla, violaron a su esposa delante de él. Ngugi wa Thiong’o, intentó defenderse y lo golpearon y le quemaron la cara. Los atracadores fueron más tarde detenidos y puestos a disposición judicial. Es candidato al Nobel de literatura.

El libro:
Sueños en tiempos de guerra (título original: Dreams in a Time of War: A Childhood Memoir, 2010) ha sido publicado por Rayo Verde Editorial en su Colección Ciclogénesis. Traducido por Rita da Costa. Encuadernado en rústica, tiene 272 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Para saber más:
http://www.ngugiwathiongo.com/

El 8 de octubre de este año (2016) un día antes de que se supiera quién iba a ser el premio Nobel, el diario El Confidencial escribía:
“Favoritos en las apuestas para ganar mañana el Nobel de literatura: Murakami, Joyce Carol Oates, Milan Kundera, Philip Roth, Peter Handke y… Ngũgĩ wa Thiong’o. En efecto, el último nombre les sonará a ustedes a chino, pero es keniata. Ngũgĩ, autor de novelas y obras de teatro y activista político reprimido con cárcel en los años setenta, tiene muchas papeletas para convertirse en el quinto Nobel africano, al menos si hacemos caso a las apuestas, que encabeza en estos momentos.” No fue así. Se lo dieron a Bob Dylan.

Ngugi wa thiong’o con el Nobel japonés kenzaburō Ōe