Unas lágrimas amargas se han convertido hoy en protagonistas de la información deportiva. Rubén De la Red comparecía en rueda de prensa para anunciar su adiós definitivo como futbolista profesional. Amargas porque es injusto que tenga que renunciar con 25 años. Pero, por otro lado, esas lágrimas demuestran que pudo haber sido peor.
Trabajará para su club de toda la vida, el Real Madrid. Otros no tuvieron tanta suerte, por eso Rubén se muestra todo lo optimista que puede de cara a esta nueva andadura. “He vivido días dicíciles, pero podré seguir muy de cerca lo que más me gusta, en la que es mi casa. Voy a aprender mi función de entrenador y voy a darlo todo, como ya hice siendo jugador”, explicó.
El 30 de noviembre de 2008 será un día imborrable para De la Red. Pero, muy probablemente, gracias a ese día salvó su vida, evitando un incidente fatal. Esperamos que tenga suerte y algún día se siente en el banquillo del Bernabeu, dirigiendo a su equipo.