Como os dije en la anterior entrada, hoy quiero hablaros del “bullying”, en español conocido como “acoso escolar”. Hay otros tipos de acoso también en el trabajo o en casa, pero prefiero orientarlo solo a este específicamente porque iré reseñando algunas novelassobre el tema para que tengáis donde escoger.
Como no quiero que esto sea muy largo, simplemente os resumiré las 5 fases por las que pasa la persona “acosadora” para que podamos detectar en seguida si estamos sufriendo este tipo de bullying y poder avisar con tiempo a algún adulto (padre, profesor, psicólogo escolar…quién sea, incluso algún amigo o compañero que pueda ayudarnos a pararlo). Es algo que escuché en la radio y os pongo aquí con mis propias palabras:
- En un primer momento, el acosador va provocando a diferentes personas para ir tanteando el terreno, para ver quién le sigue el “juego” (para él lo es, para la víctima no). En seguida él verá quién le tiene miedo y quién le hace frente. Lo importante aquí para la posible víctima es NO RESPONDER A LA PROVOCACIÓN. Suele ser gente que se cansa si no le haces caso, porque lo que busca es llamar la atención.
- En una segunda fase, la VÍCTIMA se da cuenta de que el grupo no la ayuda, de que sus compañeros hacen piña alrededor del acosador en lugar de con él o ella. En este punto, lo importante es conseguir hacer ver a los del grupo que el malo es el acosador, no uno mismo, y que a quien deben AYUDAR ES A LA VÍCTIMA no haciendo caso, nadie, del acosador, dejándolo en su juego.
- En esta tercera fase, si no se ha conseguido pararlo en la segunda, ya es bastante difícil hacerlo. La VÍCTIMA SE CULPA de algo, piensa que él o ella es la persona culpable de que el otro le acose o le deje de lado, le pegue, le hiera verbalmente…etc. La victima se dice a sí misma: “algo habré hecho mal y por eso me ataca”. Aquí es importante darte cuenta de que eso es FALSO. Quién tiene el problema es el acosador, él es quien tiene que arreglar su interior, no tú. Si te das cuenta de eso, si comprendes que no es la víctima la que tiene la culpa, aún puedes buscar ayuda con una persona de confianza. Si no la tienes, directamente al profesor o al DIRECTOR del instituto, SIN MIEDO, tú no has hecho nada, el culpable es el acosador: pides cita y le cuentas lo que te están haciendo. Con una charla en la clase sobre el tema esto puede pararse de raíz, pueden expulsar a quién pegue ya que eso es motivo de expulsión en muchos sitios, y pueden enfriarse las cosas.
- En esta cuarta fase la VÍCTIMA empieza, si no ha conseguido pararlo antes, a querer “AGRADAR AL ACOSADOR”, para que este no le pegue: “te doy mi dinero y no me haces nada”, “te doy mi bocadillo”. Pero esto lo que hace es que aún sea más rechazado por él y por los demás. NO DEBES HACER ESO NUNCA. Porque esa persona no quiere que le agrades, esa persona “disfruta haciendo daño”, es una persona amargada por dentro que quiere que todos sean infelices como él o ella.
- Y en esta última fase, la VÍCTIMA piensa en dos posibles salidas, si aún no ha podido hacerle frente al acoso: o bien toma venganza del acosador y acaba cogiendo un arma para herirle, o bien se hace daño a sí misma o llega incluso al SUICIDIO. Sé que es difícil si lo vives, que te sientes indefenso, pero por eso es tan importante decirlo, que alguien lo sepa y pueda actuar: o bien tus padres hablando con los suyos, o bien cambiándote de instituto (que tampoco es solución porque el acosador seguirá haciéndolo a otras personas). Pero no tienes porqué seguir sufriendo eso, necesitas tener tu vida en paz y con la gente que te quiere, apóyate en ellos, y si no los tienes, cosa que sucede a menudo, grítalo al director, profesor, vigilante, conserge…quién sea que sí pueda actuar en consecuencia.
Entre las fases 3 a 5 la víctima veréis que cambia de personalidad, que dirá cosas como “mi pareja decía que estaba loca”, “los acosadores me tratan de rara” etc…(aunque no sea con esas palabras literalmente). Entonces, si tú eres su compañero, avisa a alguien y apóyale, no la dejes sola o solo, ponte de su parte y haz frente al acosador. Este tipo de personas son muy gallitos cuando el otro está solo, pero son unos cobardes cuando hay un grupo contigo respaldándote, eso es lo que puede romper el círculo.
Te darás cuenta de que tu hijo es acosado si antes jugaba mucho y ya no lo hace, si antes salía con su novia y ahora no, si está más encerrado y llegan a enfermar de manera irreversible. Puedes, como padre, llevarlo al psicólogo y éste le dará las herramientas para superarlo y hacerle frente al acosador, lograr que “le deje en paz”. A veces ante un insulto, en lugar de agachar las orejas, puedes responder con “humor” y en el primer momento ya le “cortas el rollo” y pones tu situación claramente frente a él: por ejemplo…
- “Qué nariz más larga, qué cutre es, eres penoso…etc
- ¿En serio?, no me había dado cuenta y mira que la llevo puesta.”
En fin, cualquier cosa para cortar el proceso puede servir, siempre podrás girar la tortilla para que no siga la situación. Verás que el otro se cansa e irá a por otra víctima. Tú podrás entonces actuar y pillarle “infraganti” cuando lo haga a otro y avisar a algún adulto de la situación.
Y como conclusión os diré algo: a un acosador si lo excluyes lo transformas en algo peor, pero si como adulto le das un trabajo gratuito, algo que hacer positivo, tendrá dopamina en su cuerpo y podrá cambiar de actitud. Como adulto podemos hacer mucho para que este tipo de personas cambie y se sienta útil para otras personas, podemos lograr que vean que se puede ser feliz sin hacer daño a los demás, sino ayudando a quién lo necesita, que ellos se sientan que sirven para algo, que alguien les valora como personas. Recordad que lo que más buscan es LLAMAR LA ATENCIÓN, si esta atención se la das pero de manera positiva dándole alguna ocupación, ya estará cubierto lo que necesitan y serán mejores personas.
Bueno al final me ha quedado algo largo, espero no haberos aburrido, y como no soy psicóloga por favor, si algo lo véis de otra manera ponedlo en los comentarios, podéis ayudar a otra gente con vuestras experiencias o en cómo lo habéis solucionado. Y siempre pedid ayuda a un adulto que pueda apoyaros, con quién tengáis más confianza: madre, padre, tío, hermano mayor, hermana, profesor, director del instituto...quién sea.