Sugerencias para el éxito en las adicciones

Por Yanquiel Barrios @her_barrios

Les presentamos la segunda entrega y última sobre la desmitificación y realidad de las adicciones. En esta ocasión facilitamos un grupo de sugerencias para tener éxito en el enfrentamiento de las adicciones.

Querer no es poder. Pensamiento fundamental en todo el proceso. Nadie quiere ser adicto, se trata de una enfermedad crónica y progresiva. No se es responsable de eso, sí de la recuperación, pero no de caer enfermo. Si nos enfrentamos a la sustancia con el sínodo de "querer" a toda costa perderemos, nunca podremos vencer de esa manera. Está demostrado, se hunde mucho más el adicto al encontrar el sentimiento de vergüenza, de culpa y las atrocidades que se llegan a realizar en nombre de la sustancia. No es posible enfrentar desde esa perspectiva. Nada tiene que ver, es un engaño. Todo adicto quiere cambiar su situación, se parte de esa premisa. La voluntad de momento tiene muy poco que hacer.

El tratamiento debe estar adaptado a cada paciente de forma personalizada. La droga afecta de forma diferente a cada individuo, aunque existan patrones comunes. Cada persona es única y debe trabajar de forma individual.

No importa la cantidad de consumo o la frecuencia del mismo para determinar el grado de adicción y la manera de trabajar sino la (no sólo de consumir, también por la recuperación) y la pérdida de la voluntad y el juicio. Ese es el elemento clave para tratar la enfermedad.

Potenciar la escasa motivación inicial que irá en aumento a medida que el paciente recobre su propia vida y perciba "la nube rosada" de la abstinencia.

Debe entender emocionalmente que su cerebro está sensibilizado y que nunca podrá volver a consumir cocaína sin perder el control o sin experimentar desagradables consecuencias, aunque lleve un tiempo prolongado de abstinencia y crea que ya está todo solucionado.

Debe creer en el tratamiento a corto y largo plazo.

El tratamiento debe estar bien estructurado por etapas y fases en el tiempo.

abstinencia debe ser total desde el primer día, esto no siempre se creyó así, pero ahora está demostrado que no se puede graduar el consumo para solucionar el problema ni suministrar antagonismos de la cocaína. Es cierto que, en casos de heroína, la metadona cumple su función, pero es un opiáceo, y no funciona con la cocaína.

La victoria sobre la adicción a la cocaína se encuentra en las recaídas. La solución está en la derrota. Entre el consumo y el adicto está la decisión. El tiempo de ese proceso puede ser casi automático al inicio en contra de la voluntad verdadera de no consumir, pero trabajando esa estructura de pensamiento se consigue prolongar el tiempo entre la decisión y el consumo con lo que el adicto puede incorporar ciertas estrategias para evitar el consumo. Eso lo enseña la recaída.

Un nuevo estilo de vida, una nueva forma de pensar sin ningún alterador del estado de ánimo, sean sustancias o no. Evitar la reacción en cadena, el modo de pensar adictivo.

La educación, el punto de apoyo de la familia es vital. El control externo y el control interno según sea el grado de necesidad o evolución del paciente.

La reforma pro-salud en el momento oportuno es una gran ayuda.

Uno responsable de su propia recuperación y es una tarea muy estimulante que puede proporcionar al adicto una madurez que no tenía y capacitarlo para nuevas experiencias.

Identificar y romper la cadena que lleva al consumo y que empieza mucho antes de la primera raya y que son señales de alarma sumamente importantes en el proceso.

Acciones específicas dentro del entorno y de las posibilidades del paciente. (No conducir sólo, acompañarle en todo momento, etc....)

Estrategias específicas según la evolución que se presente en el paciente.

He aprendido a saber y reconocer que no se puede mirar atrás, ir de víctima ni seguir llorando, que las personas me quieren y que hay todo un mundo por descubrir. La adicción se puede superar y se supera.