Por ello, advirtió que si no se incluye a la población en las principales tomas de decisión, se corre el riesgo de que surjan crisis similares a las experimentadas en el mundo árabe, o más recientemente en Londres o Chile.
América Latina, sostuvo, no está exenta de situaciones similares por sus altos niveles de desigualdad y exclusión social.
“Las protestas que estamos viendo son una forma de expresar insatisfacción frente al gobierno; hemos visto que este denominador común se va extendiendo lentamente; el pueblo reacciona ante situaciones intolerables”, sostuvo.
Desde medidos del último mes de febrero, varios países del mundo árabe han sido convulsionados por fuertes protestas de la población en demanda de cambios políticos y reformas democráticas.
Las protestas ocasionaron la caída del gobierno en Túnez y Egipto, para luego contagiar a varios países, como Libia y Siria, donde la situación derivó en enfrentamientos armados con decenas de muertos.
Asimismo, en la última semana, un sector de la población de Inglaterra y Chile ha ganado las calles para expresar su descontento con la actuación de las autoridades y para exigir reformas sociales.
Al respecto, Velit Granda subrayó que estas situaciones deben servir como “una llamada de atención” a la clase política de todos los países de la región.
“Hay una democracia imperfecta y estas protestas revelan la insatisfacción frente a sistemas de gobierno que no representan a la población y que no responden a las demandas y necesidades de los grupos sociales que hoy en día encuentran más dificultades para mantener una calidad de vida adecuada”, concluyó.
Fuente: andina.com.pe