El punto más conflictivo que habrá de dirimir el Comité Nacional de Etica es el de las «modalidades y condiciones estrictas que permitan a un enfermo consciente y autónomo, afectado de una enfermedad grave e incurable, ser acompañado y asistido en su voluntad de terminar él mismo con su vida», es decir, el llamado suicidio asistido por profesionales médicos. Igualmente se le pide la forma de hacer «más dignos los últimos momentos» de un paciente una vez que se han interrumpido los tratamientos terapéuticos a su demanda.
El presidente de la comsión de expertos, Didier Sicard, contó que las encuestas muestran que entre un 80% y un 90% de la población quieren una legalización de la eutanasia". Y criticó que los profesionales privilegien para aliviar los dolores de enfermos terminales las «sedaciones ligeras y cortas» en su propio interés para no ser acusados de eutanasia.