Suicidio generoso

Publicado el 20 abril 2014 por Alejandropumarino

Un hombre se ha suicidado este lunes en el Hospital La Fe de Valencia minutos después de solicitar el carné de donante de órganos.

Al parecer el hombre, de unos 50 años de edad, ha acudido al centro de coordinación de trasplantes y ha avisado a los responsables del área de su intención de hacerse donante de órganos antes de quitarse la vida. Los trabajadores de La Fe han intentado tranquilizarle, pero el hombre ha acabado pegándose un tiro dentro de los baños del hospital.

Sentido práctico en el momento de quitarse la vida, el don más preciado, o el único, que tenemos. No sé las circunstancias que llevaron a este ciudadano a suicidarse, estoy entre quienes piensan que es maravilloso vivir, hasta en el desamor y debajo de un puente, privado de todo lo material, pero estremece solo pensarlo, sobre todo si consideramos antes su generosidad para con esos receptores anónimos de los trasplantes.

Ahora, el estado de un individuo no es solamente el de vivo o muerto; existe una tercera situación, la del donante: Técnicamente muerto, pero con posibilidad de extraer los órganos en condiciones que permitan su utilización posterior. Ignoro si el valenciano era conocedor de tales extremos, porque su gesto pudo resultar perfectamente inútil de no actuar con la celeridad imprescindible los profesionales de la unidad de trasplante, y resulta ciertamente dramático contemplar la inutilidad de tu propia actuación desde el infinito de la eternidad.