Sinopsis
Sukkwan Island es una isla salvaje en el sur de Alaska, a la que solamente puede accederse en barco o hidroavión, repleta de frondosos bosques húmedos y montañas escarpadas. Este será el inhóspito decorado donde Jim decidirá fortalecer las relaciones con su hijo Roy, a quien apenas conoce. Doce meses por delante, viviendo en una cabaña apartada de todo y de todos: parece una buena oportunidad para estrechar lazos y recuperar el tiempo perdido. Pero la situación, poco a poco, deviene claustrofóbica, asfixiante, insostenible. Las difíciles condiciones de supervivencia y la olla a presión emocional a la que se ven abocados padre e hijo acaban por conformar una postal de pesadilla.
Datos Técnicos
Editorial: Alfabia
Número de páginas: 148 Encuadernación: Tapa blanda / Epub ISBN: 9788493794323 Año de edición: 2010 Precio: 18,95€ / 7,55
Sobre el autor: David Vann
Impresiones
En tan solo dos capítulos el autor es capaz de contar la historia de un padre y su hijo que deciden dejar su vida en Los Ángeles para ir a vivir, durante un año, a una pequeña isla de Alaska que estará habitada tan solo por ellos. Parece ser una buena oportunidad para estrechar la relación paterno-filial, algo deteriorada y distante desde que los padres se separaron. Puesto que antes del divorcio, la familia vivía en Alaska, creen que volver a esa región, les hará recobrar la felicidad de días pasados.
Entrando en los personajes del libro, debo decir que prácticamente se reducen a dos. Jim, el padre, es un odontólogo que ha vendido su consulta para poder realizar el sueño de estar un año sabático en una isla de Alaska junto a su hijo Roy. Sin embargo, no es todo tan idílico, ya que en cierto modo es una huida de una vida marcada por una nueva ruptura sentimental. Además, tampoco estará preparado para la supervivencia que la isla les exigirá. Durante la lectura, habrá momentos en los que no le comprendas y otros en los que te desespere y te genere lástima a partes iguales.
Roy, el hijo, es un adolescente sensato aunque introvertido. Imprevisible en gran medida. Su viaje a la isla tampoco ha sido todo lo “voluntario” que pudiera parecer. Creo que refleja con acierto la etapa adolescente, en la que se vive marcado por lo que uno siente dentro sin ser capaz de expresarlo y por pensar que los problemas son mayores a lo que realmente son, sin que exista una salida para ellos.
Aunque ambos personajes son complejos, quizás sea Roy quien en mayor medida oculta su verdadera forma de ser.
En algunos puntos del libro, parece que los protagonistas intercambian sus roles, que el hijo fuera el padre y viceversa. En cualquier caso, la falta de comunicación entre ambos, será el gran desencadenante de la historia.
De haber una moraleja en este libro, podría ser que todas las decisiones que tomamos tienen un efecto en la vida. Sin embargo, no siempre una buena decisión tiene un efecto positivo, y por tanto, no todos los efectos negativos provienen de decisiones erróneas.
En cuanto a la forma de contar la historia, no puede ponérsele ni un “pero” a la descripción de los paisajes alasqueños. Están tan bien narrados que casi puedes sentir que estás en ese escenario, llegando incluso a sufrir el frío del invierno.
El ritmo de la novela es adecuado y te hace estar en tensión por conocer cómo va a acabar la historia. Aunque sobre todo y como novedad narrativa del libro, destaco que cada capítulo podría ser un libro en sí mismo, con su principio, desenlace y su propio final. Sin poder adelantaros más, solo diré que el final del primer capítulo es tan sorprendente como inesperado.
En mi opinión, estamos ante un thriller psicológico. Una historia angustiosa e inquietante que, al menos en mi caso, se queda grabada en la memoria.
Reseñado por Gloria Fontana
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