En esa línea se mueve Alberto de la Rocha con esta novela, porque de manera suave, detallista, sin dejarse ningún aspecto guardado, nos pone frente al caso de una joven que aparece ahogada en un pantano de la sierra madrileña, un caso que parece estar en punto muerto tras un mes de incompetencias de un comisario más amigo de los focos y los ascensos que de resolver crímenes.
Ese algo más recae en la persona del subinspector Primo Enríquez, refugiado de incógnito en el pueblo para tratar de arrojar alguna nueva luz sobre el caso, un hombre solitario, cuya vida personal anda bastante zarandeada, y que no comulga en nada con los presupuestos de su comisario. Del tesón de Enríquez y su capacidad para empatizar con el ambiente y las gentes del pueblo dependerá nada menos que la resolución del caso.
Sumidero. Alberto de la Rocha.Algaida. Sevilla 2015. 328 págs. 18 euros.(LA VERDAD, "ABABOL", 9/7/2016)