Estamos en Barcelona, corren los últimos años del siglo XIX. Joana, tras un accidente en su infancia, sufre agnosia. Esta extraña enfermedad podríamos decir que es el principal protagonista de la película.
Joana es hija de un gran empresario, conocedor de una fórmula secreta que mucha gente ambiciona, principalmente su competencia. Ella ha aprendido a convivir con esta enfermedad, adecuando tanto su casa como a las personas que la rodean, para poder llevar una vida lo más normal posible, de hecho, está a punto de casarse con Carles, la mano derecha de su padre en la empresa.
Esta fórmula secreta y la enfermedad dan lugar a una serie de conspiraciones e intrigas, con espionaje industrial incluido. Todo esto perfectamente ambientado en el final del 1899, con tramas y procedimientos dignos de la época. En ocasiones parece uno de esos capítulos de Sherlock Holmes, pero sin el famoso detective. Como poco, es una película bastante entretenida.
Antes de animaros a ir, creo que es recomendable tener una mínima noción de la agnosia, no es una enfermedad común como para que la gente de a pie sepa de que están hablando, yo el primero. Básicamente, tus ojos y oídos funcionan perfectamente, pero tu cerebro es incapaz de ordenar estos datos, las imágenes y sonidos se distorsionan en tu mente.