Si pones a Spielberg de productor y J.J. Abrams como el guionista y director algo bueno tiene que salir, o eso creemos. Super 8 es nostalgia, es como volver al pasado y visionar esas cintas de chavalines buscando aventuras. Esta vez, como la tecnología lo permite, los efectos especiales están muy bien logrados, la explosión del tren o los escurridizos extraterrestres son escenas espectaculares. Y claro, conociendo a J.J. Abrams siempre nos deja con esa sensación de no querer enseñarnos más de la cuenta y dejarnos con la intriga. Pero en este caso, el director comete algunos fallos. Lejos de intentar no mostrarnos secuencias de los alienígenas como en Monstruoso (Cloverfield). Aquí nos cansamos de verlos, al principio no –y eso hace que la tensión se mantenga- pero luego nos mete las típicas secuencias en la que de repente aparecen y se llevan a alguien, eso hace que sea un poco repetitiva y previsible. La trama enfocada en los jóvenes y la gran actuación de ellos, todo de una manera muy natural sin estar muy sobreactuado, son la base que sostiene a este film. Quizá lo que no encaja es que al principio la chica Alice (Elle Fanning) a la que le gusta Joe, la pongan como una tipa dura y a los dos minutos todo tierna y angelical, en fin, no todo puede ser perfecto.
En definitiva, si os gustó Los Goonies, ET, o incluso Encuentros en la tercera fase, Super 8 es una ventana al pasado, nostalgia pura para revivir aquellas pelis con niños como protagonistas de las que nos sentíamos tan identificados. Quizá lo mejor es que llega en el momento perfecto, en verano y después de tantas secuelas tan repetidas las una de las otras. Una peli recomendada.
Valoración: 4/5