"Super Beige", de Samuel Ribeyron: el heroísmo de cada día

Publicado el 25 febrero 2015 por Lidiacasado


Título: Super Beige
Autor: Samuel Ribeyron
Editorial: Los cuatro azules
Género: álbum ilustrado, LIJ
Páginas: 28
Publicación: 30/4/2014
ISBN: 978-84-941866-2-2

Super-Beige quiere ser un héroe y salvar a la humanidad. Pero todo lo que le rodea se resiste a ser salvado pues están muy contentos con su lugar en el mundo. ¿Nadie necesita los poderes de Super-Beige? Humor, ternura y una ilustración llena de encanto es la que construye Ribeyron combinando volúmenes con fondos planos. Un libro infantil para niños que quieren ser super héroes cotidianos.
  Una de las cosas que más me gusta de los cursos, talleres y reuniones de narración oral o animación a la lectura en los que he participado es que no solo saco de ellos buenas (buenísimas) ideas que poner en práctica sino que también suelo llevarme apuntados algunos libros maravillosos. Como es el caso.
   Super Beige es un personaje realmente especial. Es tierno, es reflexivo y lucha contra lo que a muchos nos ocurre en el día a día: el querer y no poder, o el querer y no saber cómo. Super Beige da sus primeros pasos en el mundo y tiene muy claro lo que quiere hacer aunque parte con la carga de los prejuicios e informaciones previas conocidas (en su caso, cómo debe comportarse un super héroe y la carga de un nombre mediocre en sus espaldas). En el fondo, algo parecido a lo que muchos sentimos cuando, por ejemplo, acabamos la carrera y nos lazamos al mundo laboral sin tener, en realidad, mucha idea de cómo se lleva a la práctica todo lo que hemos aprendido hasta el momento.
   Así, el entrañable protagonista de esta historia tendrá que ir encontrando su camino. Super Beige no se dejará llevar por el desánimo (¿pero es que en este mundo no hay nadie que necesite salvado? ¡Por favor! ¡Qué difícil es ser super héroe en los tiempos que corren!), reflexionará cuando vea que los pasos que está dando no le llevan a su destino y acabará viendo que, a veces, las cosas son mucho más fáciles de lo que nos parecen y que para cambiar o, como es el caso, salvar al mundo, solo es necesario mirar bien por dónde uno pisa.
   Me ha conquistado la trama de este libro, su guiño al viaje del héroe clásico en la literatura y al cómo a veces hay que dar la vuelta al mundo buscando algo que uno encuentra al regresar a casa. A poco que se rasque, podemos encontrar maravillosas metáforas muy visuales (por ejemplo, Super Beige empieza con la cabeza bien alta, preguntando a los pájaros, y acaba hablando con las coles semienterradas, cuando su viaje está a punto de acabar). Y es que, como suele ocurrir con la literatura infantil (al menos, con la buena), Super Beige tiene varios niveles de lectura, desde el más sencillo (la maravillosa historia del niño que quiere ser héroe) hasta las más profundas.
   Y no menos me han conquistado las ilustraciones de esta hermosura de libro donde la gama de colores dominantes (está claro) camina de la mano del contenido y, sobre todo, del título de la obra.
   Ribeyron trata con ternura y cariño a los héroes de cada día, a esos que no pisan a nadie para cumplir sus objetivos y que triunfan, aunque no lo parezca, y aunque las limitaciones de partida (en este caso, el nombre: ¿cómo puede un héroe llamarse con un color que a muchos recuerda a... bueno, cosas no muy agradables de ver y, sobre todo, de oler?) pudieran hacer pensar lo contrario. Toda una declaración de intenciones. Y, por supuesto, una lección que aprender.
   Nos seguimos leyendo.